Mientras que al arrancar el actual Junio comienza a aparecer tímidamente un nuevo billete de 2000 pesos, el inicio del mismo mes pero de hace 40 años traía más novedades monetarias: a partir de ese mes de 1983 hacía su debut el denominado Peso Argentino, el cual reemplazaba al Peso Ley 18188 que había regido desde 1970. A partir de esa fecha y luego de un feriado bancario estos últimos dejaban de existir y los que siguieran circulando por la calle no eran resellados ni nada: simplemente pasaban a la tabla de equivalencia como la que se muestra en el folleto informativo del Banco Central donde 10 mil pesos Ley eran 1 Peso Argentino (que se escribían con el símbolo peso seguido de una "a" minúscula) escondiendo bajo la alfombra los últimos trece años inflacionarios del país.
Según el mismo folleto el hecho de que tanto los billetes viejos como los nuevos tuvieran un diseño tan parecido (todos con la versión mayor de José de San Martín y con tipografía, gramaje y hasta colores similares) era para facilitar su uso aunque eso también demostraba que la medida fue hecha con bastante urgencia. A modo de presentación, el billete de 1 $a aparecía bien grande en la parte de adelante y atrás del folleto (anverso y reverso como un librito) con colores muy similares al naranja de 1 peso Ley que existía en 1970 pero que para 1983 ya era historia y no compraba nada. Además no faltaron los oportunistas de siempre que, en el medio del cambio de signo, aprovecharon para aumentar las cosas un poquito más.
La nueva unidad monetaria terminó contando con peor suerte que su antecesor: si bien sobrevivió a la transición entre Dictadura y Democracia sólo estuvo vigente hasta 1985 ya que nuevamente debió ser reemplazado por otra unidad monetaria (en este caso por el Austral, cada uno de ellos equivalente a 1000 de los $a) para intentar contener la inflación que siguió su escalada como si nada. A esas alturas habían llegado a emitirse billetes de 500, 1000 5000 y hasta 10 mil pesos argentinos (estos dos últimos por fin con nuevos próceres: Alberdi y Belgrano) los cuales sí fueron resellados con el famoso nuevo signo de Austral, pudiendo sobrevivir hasta 1987. Y respecto a las monedas, arrancaron con esperanzadores centavos que rápidamente se esfumaron y sólo duraron 2 años, en 1984 convirtieron en monedas los que eran billetes de 1, 5 y 10 pesos y algunas afortunadas de mayor denominación lograron a pesar de todo conseguir el curso legal hasta mediados del 91...
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