El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

domingo, 21 de mayo de 2023

No todo lo que reluce es dulce



¿Cómo seguirá en el futuro la situación de los endulzantes y edulcorantes luego de las últimas informaciones de la OMS? Probablemente sigan existiendo aunque aclarando que no contienen aspartamo o tratando de alejarse de cualquier mala prensa que comience a tener desde ahora el compuesto que está en el foco de las miradas, sobreexplotando el Stevia o nuevos inventos. Una noticia así ayuda a recordar otras épocas en la que los endulzantes parecían un producto de vanguardia y notoriamente saludable al lado de la antigua y vetusta azúcar blanca refinada. Luego de haber pasado un período durante los 60 y 70 como productos estrictamente farmacéuticos y tenían el sabor metálico característico, para los años venideros pasaron a ser publicitados como productos de cocina y despensa, poniendo mucho énfasis en el "cuidado de la figura" debido a no contener casi o ninguna caloría: en nuestro primer aviso tenemos a Sucaryl, una marca conocida desde hacía por lo menos dos décadas cuando formaba parte de Abbot Laboratories que en esta nueva era presentaba el endulzante líquido, que se volvería la norma habitual de las góndolas de supermercados de las siguientes décadas. 
Una década después tenemos de 1993 un aviso de la marca internacional Nutra Sweet en polvo, que en Argentina en ese entonces comercializaba Molinos Río de la Plata: una marca que no se pone colorada en decir que contiene aspartamo hasta la fecha, que ya había tenido éxito endulzando a fines de los 80 yogures Diet con la Serenísima o gaseosas 7up y que a inicios de los 90 se lo vio en las gelatinas Exquisita y también tuvo su versión con la competencia Sucaryl en pequeños comprimidos llamada Sucaryl Sweet. 


Por último no se puede dejar de mencionar la marca originariamente tucumana Hileret, también presente hace años en la mente de los consumidores de los siempre cuestionados endulzantes, anunciado en un aviso que si bien tengo idea de que ha sido escaneado de una revista perteneciente al año 2000, conserva un diseño tan ochentero/noventero que o bien es un error de registro o fue una campaña muy duradera. Como sea, lo llamativo de esta publicidad más allá de sus clásicos "pancitos" endulzantes es la presencia además de unos preparados frutales y sopas, de los cuales no hay registro en Internet que también hayan comercializado. En la actualidad es una marca perteneciente a La Cumbre San Luis junto al edulcorante Barney y la licencia en el país de la marca Tibaldy.


Actualización Septiembre 2023: Entre las marcas mencionadas en esta publicación inicialmente (Sucaryl, nutra Sweet, Hileret) y aquellas que aparecieron en otras publicaciones del blog (Si Diet, Chuker, Barney) ahora hay que sumar un nuevo competidor al mercado perteneciente a una firma que no se le conocía trabajo en el mundo de los endulzantes. Ahora Molino Cañuelas (los mismos del aceite homónimo, los bizcochos 9 de Oro, la harina Pureza, el arroz y pastas precocidas Box y las premezclas Mamá Cocina) produce los edulcorantes que vemos en la foto: Clásico, con Sucralosa y con Stevia, es decir una línea completa para competir de igual a igual con productos instalados hace bastante. ¿Le han visto campaña publicitaria?  

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