La gigante francesa Lactalis ha decidido en estos días vender su fábrica de quesos del país La Mucca e irse del país: en realidad no se trataba de un gran negocio en la Argentina aunque es cierto que se trataba de una de las lácteas más grandes del país y que en otras áreas del globo en la actualidad es la propietaria ni más ni menos que de Parmalat, aquella gran marca italiana que supo ser en otros tiempos una gran firma multinacional y que estuvo al borde de desaparecer tras fraude financiero hace dos décadas.
Hace más tiempo todavía Parmalat se lucía con soltura en el mercado argentino: vemos hoy un aviso de 1993 de su leche entera UAT, poniendo énfasis en el texto del aviso en la solvencia y seriedad que caracterizaba a Parmalat además de la profunda confianza que transmitía la marca, sobre todo aprovechándose del contexto del momento entre el cólera y la leche adulterada detectada en comedores escolares. Qué mejor que decir que Parmalat tiene la mejor leche, esterilizada, con la que se acabaron las bacterias y el riesgo de contaminación y encima al no necesitar heladera es posible ayudar a la planificación de las compras del mes.
En conclusión, los compeones de ese mañana (o sea los de hoy) no saben qué es Parmalat porque por sus turbios manejos de lavado de dinero a principios de los 2000 tras una gigantesca expansión implosionaron y la mencionada Lactalis se fue haciendo cargo de ella pero ajustando mucho los números, con mucho menos prestigio y difusión que en el pasado.
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