La mejor manera de capturar a perpetuidad las instantáneas de este verano son con una buena cámara Kodak, y si es posible con películas Kodak también. Entre toda la poética prosa de este aviso de 1976 pareciera que nos quieren decir que su marca evita lo típico de las fotos de la época que es irse poniendo sepia y perder los colores con el correr de los meses, volviéndose los azules verdes melancólicos o los blancos amarillos irrecuperables...
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