Entre las despedidas estamos diciéndole adiós al año 1997 y entre las novedades para comentar a fin de año de esa época aparecía un muy novedoso hito publicitario: luego de años en los que las principales marcas confiaban en modelos para sus avisos durante ese año varias empresas apostaron a lo seguro y prefirieron elegir famosos con carrera y buena imagen pública para sus productos. En el año en el que la Argentina empezaba a despedir el menemismo las empresas se iban desprendiendo de la frívola imagen de las modelos publicitarias para inclinarse por periodistas, actores, cantantes, deportistas y hasta políticos con buena imagen pública... y todos salieron ganando!
En esta breve nota de revista Magazine comentarán los casos de Gabriela Sabatini para el agua Eco de los Andes, de Soledad Pastorutti para Cindor, de Pergolini para Sprite y Coca Cola Light, de Julian Weich para Unicef, de Adrián Suar para Le Mans o de Luis Landriscina para Nobleza Gaucha: famosos consagrados que le iban sacando el terreno a las Araceli Gonzalez, Moira Gough, Daniela Urzi, Horacio Cabak o Tobías Blanco de la vida. El artículo además toma como caso paradigmático a El Gran DT del diario Clarín que consagraba su estrategia de usar famosos para su campaña por segunda vez consecutiva, esta vez con la participación de políticos de la época, aunque no a todos les cayó bien. Para terminar, nos enteramos que La Serenísima le paga a Canela para que no le preste su voz ni imagen a otras compañías lácteas. En la actualidad habrá que decir que los famosos con profesión fueron dejados de lado por los influencers?
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