El 9 de Julio de 1992 en Argentina se estrenaba una nueva superproducción de la revitalizada Disney: tras batacazos en los últimos años como Roger Rabbit o La Sirenita ahora llegaba el turno de La Bella y la Bestia. Un musical animado (pero que ya tenía influencias de la animación computarizada, aunque sea para pequeñas cosas) basado en una novela clásica que rompió todos los récords y se ganó todas las buenas críticas, al punto tal de ser el primer film animado nominado al Óscar a mejor película.
Era inevitable que luego de semejante suceso se multiplicaran los productos de merchandising oficial, con la ventaja para el país de que cuando la película se estrenaba ya estaban los productos listos para vender con la extrema seguridad de éxito que se veía en otros lados y la bonanza del 1 a 1: de ese mismo 1992 rescatamos el siguiente aviso de acolchados Piñata que ofrecían los súperlavables juegos de sábanas, almohadón y acolchado de la película. "La bella historia que su hija merece soñar" rezaba con un delicado color rosa la empresa que aún hoy vende productos licenciados de la empresa del ratón...
Actualización: en 2010 en la Argentina había vuelto el tradicional cuento de la Bella y la Bestia con la impronta de Disney pero en formato musical de Broadway, el cual había debutado originariamente en 1994 y ya había tenido éxito en nuestro país en una versión de 1998 con una joven Elena Roger integrando el elenco.
El musical de 2010 se ofreció en el Teatro Ópera pero por tratarse de la época en la que el Citibank tenía los derechos del teatro, además de encargar obras de restauración le borró su clásico nombre: de ahí que abajo entre los sponsors aparezca el impopular nombre "Teatro Citi", profundamente rechazado desde el vamos y abandonado muy rápidamente. Volviendo al musical, la revista Caras ofrecía plateas para quienes entraran a su página web...
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