Un 23 de Enero como hoy pero de 2012 Telefe estrenaba una nueva novela rosa: Dulce Amor con Carina Zampini y Sebastián Estevanez, una tira como siempre rodeada de enredos y romanticismo pero que se trataba de un proyecto inicialmente pensado para el mediodía. Destinos de la programación hicieron que fuera emitida en pleno prime time, con muy malos niveles de audiencia en sus primeras emisiones... pero de repente comenzó a repuntar y jamás bajó. La simplísima historia de amor de una rica heredera de una fábrica de chocolates y un ex corredor de autos devenido en su chofer personal se volvió uno de los éxitos del año que comenzaba y también del entrante (duró más de 300 capítulos!) y podríamos animarnos a decir del resto de la década ya que fue lo suficientemente redituable como para provocar versiones en varios otros países (Chile, México, Colombia) y hasta generar la mística para producir otra novela: "Camino al Amor" de 2014, con casi todo el mismo elenco... a excepción de por ejemplo Calu Rivero, quien había abandonado la primer novela tras malos tratos de su pareja en la ficción, Juan Darthés, algo de lo que se seguiría hablando más que de la novela misma.
En la publicidad vemos dos detalles a destacar: el tardísimo horario de la novela (llegó a estar pasadas las 23hs, compitiendo y a veces ganándole a Tinelli) y los primeros indicios formales de un canal como Telefe de ofrecer la posibilidad de ver capítulos atrasados del programa por una página de internet. Junto con otras perlas lanzadas por Telefe ese año (Minuto para Ganar, La Voz Argentina, la primera repetición de Floricienta, Graduados, las películas presentadas por Virginia Lago, Aliados) se convirtieron en un tándem imbatible que ayudaron al canal de las pelotas a recuperar la cúspide del rating en todos los horarios después de dos años de haberla perdido. Hasta contó con una predicción llamativa: un barco de la novela se llamó "Francisco Primero", sin ninguna relación con el futuro nombre del Papa argentino. Todo un logro haber cosechado tanto éxito sin esperar mucho y sobre todo sin haber conseguido nunca un auspicio de chocolates...
No hay comentarios:
Publicar un comentario