El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

domingo, 4 de abril de 2021

La pausa son 5 minutos... y Coca Cola es el caféee (2020)


Luego de esperar una eternidad la novedad de Coca Cola Argentina que en realidad es de inicios de 2020 conseguimos la ansiada minilatita que prometía no ser sabor café sino traer algo de café en su fórmula. Algo redundante teniendo en cuenta la cafeína propia de la gaseosa, pero se trató de un lanzamiento sumamente ambicioso para el país, aunque no haya existido hasta ahora no mucho más que algún que otro afiche pegado en un kiosco para publicidad. Otra historia será en su USA natal, donde gaseosas con contenido extra de cafeína para usar inclusive como aperitivo de desayuno no es algo tan grotesco. Esta Coca Cola con café es Industria Argentina, no es importada.
Luego de estar viendo la latita tirada y arrugada cerca de boliches, bares, almacenes y kioscos conseguimos un lugar que se encargaba de venderla: una coqueta panadería estilo boutique de esas en las que siempre hay fila en la puerta a la mañana para llevarse unas facturas. La expectativa era grande: luego de un año de andar viendo otros afortunados a lo largo del país probándola sin ninguna esperanza y resultando bastante conformes, podría decirse que la creadora de Nativa estaba dejando la vara muy alta. Si gente mucho más conservadora le resultó rica y se la tomó con ganas, naturalmente la experiencia de quien tiene el paladar acostumbrado a probar más rarezas que asquean a la mayoría debería ser altamente satisfactoria...
...pero lamentablemente hoy no puedo decir eso. Tanto el aroma inicial como su sabor me resultó igual de chocante y desagradable. Olor y sabor se pueden resumir en una frase: los antiguos caramelos de Arcor que venían en formato "saquito" (también denominados caramelos Superior) mezclado con Coca Cola tipo dietética. Por lo menos desde mi punto de vista los dos gustos no cuajaban, se los sentía muy separados y nunca pudo percibirse como algo homogéneo. Y a pesar de seguirle dando chances con otros sorbos, no hubo caso: lamentablemente esta nueva Coca Cola no la puedo considerar una delicia o algo recomendable pero ni que me regalen un frappé del Starbucks.
No obstante, nunca vamos a dejar de aplaudir la osadía de animarse a traer sabores exóticos para el paladar nacional, como alguna vez hicieron con Fanta. A ver de qué forma Manaos les contesta esta locura cafetera...

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