Mientras sigue la conmoción por haberse pospuesto los Juegos Olímpicos de Tokio casi que nos olvidamos que el 15 de septiembre del 2000 arrancaron los Juegos de Sidney, con la paradoja de ser considerados los primeros juegos del nuevo siglo/milenio... o los últimos de otra época, según la postura ideológica-matemática que le tengamos al calendario. Era la segunda vez que Australia recibía el evento: un espectáculo alegre, optimista, con su dosis justa de tecnología de punta y toque humano y bastante bien organizado, algo que no era tan complicado de hacer teniendo en cuenta que los juegos previos (los de Atlanta 96) fueran bastante caóticos. Una atleta aborigen fue la encargada de encender la llama olímpica, Corea del Sur y del Norte participaron bajo la misma bandera unificada, un nadador de Guinea Ecuatorial realiza la peor marca de la historia (no había piletas olímpicas en Guinea!) y así revierte el destino del deporte en su país, Colombia gana su primer medalla dorada, un casi desconocido Roger Federer termina conociendo a su esposa y, obviamente, se concretó la ansiada medalla plateada de Las Leonas. Éstas últimas junto con el fútbol y el voley nacional se pudieron ver en directo por Azul Televisión, el antiguo Canal 9 que, con sus recientes dueños australianos, además de los partidos mencionados se dieron el lujo de emitir un noticiero diario matutino sobre todas las novedades deportivas ( conducido por Quique Wolff y Enrique Sacco) y flashes informativos dispersos en la totalidad de la programación. Para todo lo demás estaba el cable y Canal 7.
Algunos meses antes de todo esto fueron apareciendo notas que ayudaban a publicitar turísticamente Sidney: lo que vemos aquí es una publicación de Tías & Tíos (la revista mensual que distribuía Casa Tía) que con el auspicio escondido de Aerolíneas Argentinas y Kodak se dedicaba a describir la nueva Ciudad Olímpica, recordar la belleza del Opera House y adelantar cómo serían las mascotas olímpicas. Muy ingenuamente se atreven a comentar que un juego olímpico es tarea de una ciudad y no de un país, cuando en la práctica los gobiernos nacionales influyen mucho.
Y si tanto tema deportivo cansaba al lector, en las siguientes páginas de la revista aparece una curiosa bebida que desapareció rápidamente del mercado: se trataba de Due, un juego con hierbas fabricado por Gancia - Cepas Argentinas que ya habíamos comentado previamente, pero ahora podemos agregar algunos datos más sobre él. Además de la lata y la botella de vidrio tipo Gatorade venía en cajas de litro y sus sabores eran 3 pomelo, manzana y durazno.
Un gran espectáculo mundial (el último antes del 11S) y que dejó a Australia lejos del estereotipo del koala y el canguro...
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