El pasado 3 de Abril no sólo fue un cumpleaños más de Boca Juniors: ese mismo día pero en 1990 el presidente de entonces iba a pronunciar, sin ponerse colorado, una frase que iba a quedar para la posteridad: "Si aquí hay un monumento a la corrupción, es Yacyretá". Dicha expresión se acompañaba del intento de Menem de paralizar las obras de la represa binacional que se estaban realizando desde 1984 para tratar de regularizar tanto dinero público que no se sabía correctamente para dónde iba pero por qué no, también un intento de ver si era posible privatizar el emprendimiento argento-paraguayo. Esa intención al final no ocurrió, pero el estigma de la corrupción ya estaba anunciado, y siguió perdurando así por más tiempo. Como si fuera poco, derivó en grandes conflictos diplomáticos entre Argentina y Paraguay.
Por dicha represa pasaron gobiernos democráticos y militares (alfonsinistas, menemistas, kirchneristas), empresarios de todo tipo (como Techint, perez Compacn o Socma), estudios de consultoras y constantes rediseños pero sobre todo demasiadas décadas entre medio para un obra faranoica que empezó a operar en plenitud recién en 2011, cuando originariamente se planificó en 1973 y debía estar lista en 1979.
Cuando aún transcurría Noviembre de 1989 y Menem tenía sus primeros meses en el poder, el Chase Bank (subsidiaria del JP Morgan) quiso jactarse de lo exitoso de sus operaciones mostrando en un aviso el préstamo de 408 mil 500 millones de australes que había logrado concretar. Un gran logro entre dos países por encima de las "financiaciones locales" que podría hacer cualquier otro banco. Tal vez algunos de los que aparecen allí debajo, como participantes: podemos ver al Macro, al BNL, al Río, al Ciudad, al quebrado Medefin, a los fusioandos Del Sud y Shaw...
Qué habrán pensado y dicho estos honestos e impolutos banqueros el día que su gran imagen que pretendieron vender se salpicó invariablemente con la corrupción gubernamental? Todavía no lo responden...
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