El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

viernes, 10 de abril de 2020

El canal olvidado del Multimedios olvidado (2010)

Un día como hoy pero de 2010 iniciaba sus transmisiones un canal de noticias que planeaba competirle de igual a igual a marcas instaladas como TN, C5N, Crónica o América 24. Este nuevo proyecto no venía de algún empresario exitoso en medios previamente sino de un “paracaidista” que fue comprando marcas con cierta decadencia, no muy querido previamente y que hizo lo que pudo para tratar de arañar la mayor cantidad de publicidad oficial posible: en ese sentido no muy diferente a otros empresarios pero al menos en este caso la calidad de sus productos dejaba mucho que desear incluso para los del mismo bando…
Este canal se llamaba CN23 y era la unión de un pretencioso matrimonio entre los dos futuros contenidos de la señal: Cultura y Noticias. El número 23 no tenía nada que ver con el su sintonía (al estilo Canal 26) sino que era el número identificatorio del Grupo donde pertenecía. Haremos un breve resumen de esto…
Su dueño era Sergio Szpolski, un antiguo directivo del Banco Patricios, siempre sospechado de tener algo que ver con su quiebra. Tras varias incursiones pequeñas en medios de comunicación adquiere la revista Veintitrés (aquella que había sido fundada por Lanata en 1998) allá por 2004 y luego progresará con otros productos gráficos como los diarios Diagonales, Miradas al Sur, el gratuito El Argentino, las Radios Aspen, América y Del Plata y algunos portales de Internet. También tenía la licencia de la marca “7 días” para hacer una revista y a principios de 2010 estaba preparando la salida de Tiempo Argentino, un diario que terminaría saliendo en Mayo. Pero un mes antes también se estaba gestando el proyecto más ambicioso: el canal de noticias que aquí mencionamos.


En el primer aviso veremos los primeros periodistas que tuvo, su primer logo (bien colorido y que intentaba demostrar pluralidad de opiniones) y su escasa difusión: además de Internet, sólo el cable privado Telecentro lo emitía. A pesar de que otros medios afines al kirchnerismo (como los programas de Gvirtz, Canal 7, Radio Nacional, Telesur o el diario Página 12) se cansaron de intentar publicitar la señal, no levantaba nunca en la audiencia ni en mayor conocimiento. A medida que pasaban los meses su bajada de línea oscilaba entre lo agresivo o lo neutral, pero en ningún caso lograba una trascendencia significativa. En esas primeras épocas se tomaron muy a pecho la pelea con el Grupo Clarín y la aplicación de la Ley de Medios y transmitieron en la puerta del nombrado Grupo para ser conocidos y que así sean incluidos en la grilla de Cablevisión a pesar de las diferencias políticas, pero no ocurría. Si la gente del común se enteró que existía este canal fue gracias a que durante las elecciones de 2011 supieron poner por unos breves segundos en unos graphs la expresión “la tienen adentro” antes de mostrar los porcentajes: una broma de mal gusto criticada por la totalidad del arco periodístico.


Durante esta primera etapa la intención de volverse un canal serio y comprometido con la sociedad y los ideales nacionales y populares van fracasando y se va volviendo necesaria la participación de un nuevo socio, que genera una importante inyección de capital. Es así que aparece Matías Garfunkel y con su ingreso al capital accionario CN23 va tratando de tener un perfil un poco más cool, más comercial y atractivo para una clase media alta. De ese período es este segundo aviso, con quien se volvería la diva máxima del canal: Victoria Vanucci, esposa de Garfunkel en ese entonces desembarca en CN23 con su programa de reportajes que previamente se estuvo emitiendo en C5N con bastante éxito. Puede verse en este aviso de 2012 su nuevo logo (un simple cuadrado celeste con letras blancas) que se terminó volviendo el más duradero de toda su historia. Además se asoma el auspicio de Forbes Argentina, una de las marcas propiedad de Garfunkel. A pesar de ahora llamar más la atención y de inclusive ser incorporado a Cablevisión Digital la señal sigue sin repuntar y con otros medios afines al kirchnerismo como el flamante Grupo Índalo convertidos en los nuevos mimados del poder, la totalidad del Grupo Veintitrés queda relegado a un gris insoportable.
Así transcurrió CN23 algunos años más (sumando hasta partidos del Fútbol para Todos) hasta que en 2015 el grupo de Szpolski & Garfukel atraviesa serios problemas económicos y financieros: sueldos adeudados y denuncias del síndico de un vaciamiento de la empresa derivaron que a principios de 2016 el canal fuera vendido al Grupo Índalo de Cristóbal López. Al ya tener ellos una señal de noticias exitosa (ni más ni menos que C5N, aunque no le ganara a TN totalmente) el futuro del canal pasaba a ser bastante incierto. Inicialmente se planteó seguir con los noticieros y programas de opinión pero la suerte estaba echada y aquellas sospechas de replantear el objetivo de la señal para sanear cuentas se hizo realidad. En la tercera imagen veremos una captura de 2016 cuando la programación completa fue levantada por una decisión de despidos masivos por parte de Índalo, y más abajo el logo que comenzaría a existir desde agosto de ese año, recortado de una revista de la Iglesia Universal. Tan casual esa relación no sería...


En esta nueva etapa (podría decirse su tercer relanzamiento) CN23 deja las grandes ligas y planea convertirse en una canal dedicado a temáticas sobre la provincia de Buenos Aires. La grilla se va llenando de espacios pagos: programas de cumbia o cazatalentos musicales hasta los típicos programas “Me Colgué del Cable” de bajo presupuesto y sobre todo mucha programación de la Iglesia Universal. Por las mañanas se hacían dúplex con programas de Radio 10 y de noche a veces aparecía algún ciclo de archivo armado a las apuradas con material de Diego Gvirtz quien le vendió su productora a Índalo en 2015. Ni de esta forma llama la atención y la crisis se acrecienta: desde Agosto de 2017 el 100% de su programación es de enlatados sin ningún ciclo noticioso. Con semejante agonía Cultura y Noticias 23 (sí, conservaba el nombre a pesar de no tener nada de noticas y cultura dudosa) sobrevive hasta fines de 2019 cuando es vendido en su totalidad a la Iglesia Universal del Reino de Dios. No necesitamos aclarar qué tipo de contenido comenzaría a pasar a toda hora. Lo que sí podemos comentar es que la poco atractiva programación del nuevo canal motivó su salida de varias cableras. Al menos esa curiosa etapa de Índalo/Ceibo dejó como recuerdo el fugaz regreso de Indiscreciones con Lucho Avilés, durante unos días en 2017. 

Arriba, una captura de 2018 de programas de bloopers televisivos hechos con los antiguos segmentos de TVR. También supieron hacer programas dedicados a ídolos populares como Maradona o Sandro. Tal vez buscaban querer copiar a Crónica. Abajo, la transmisión de El Ángel de Baby Etchecopar por Radio 10. Uno de los tantos personajes impensados de aparecer por allí durante la gestión del Grupo 23.

Y así llegamos a su triste presente: a una década de haberse fundado casi nadie recuerda este aniversario. El canal aún existe pero es como si no estuviera. Al fin y al cabo continúa como estuvo siempre: ninguneado por propios y ajenos. Llegamos así al final por el momento de esta bizarra emisora: aquella que quiso comerse el mundo demostrando que “los tiempos cambiaron” y terminó siendo más una aventura empresarial (manejada por alguien más preocupado por ser Intendente de Tigre que pagarle el sueldo a los empleados) que un buen recuerdo periodístico.   
El mes que viene hablaremos del caso Tiempo Argentino, del mismo grupo.

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