Un día
como hoy pero de 2010 iniciaba sus transmisiones un canal de noticias que
planeaba competirle de igual a igual a marcas instaladas como TN, C5N, Crónica
o América 24. Este nuevo proyecto no venía de algún empresario exitoso en
medios previamente sino de un “paracaidista” que fue comprando marcas con
cierta decadencia, no muy querido previamente y que hizo lo que pudo para
tratar de arañar la mayor cantidad de publicidad oficial posible: en ese sentido
no muy diferente a otros empresarios pero al menos en este caso la calidad de
sus productos dejaba mucho que desear incluso para los del mismo bando…
Este
canal se llamaba CN23 y era la unión de un pretencioso matrimonio entre los dos
futuros contenidos de la señal: Cultura y Noticias. El número 23 no tenía nada
que ver con el su sintonía (al estilo Canal 26) sino que era el número
identificatorio del Grupo donde pertenecía. Haremos un breve resumen de esto…
Su dueño
era Sergio Szpolski, un antiguo directivo del Banco Patricios, siempre
sospechado de tener algo que ver con su quiebra. Tras varias incursiones
pequeñas en medios de comunicación adquiere la revista Veintitrés (aquella que
había sido fundada por Lanata en 1998) allá por 2004 y luego progresará con
otros productos gráficos como los diarios Diagonales, Miradas al Sur, el
gratuito El Argentino, las Radios Aspen, América y Del Plata y algunos portales
de Internet. También tenía la licencia de la marca “7 días” para hacer una
revista y a principios de 2010 estaba preparando la salida de Tiempo Argentino,
un diario que terminaría saliendo en Mayo. Pero un mes antes también se estaba
gestando el proyecto más ambicioso: el canal de noticias que aquí mencionamos.
En el primer aviso veremos los primeros periodistas que tuvo, su primer logo (bien colorido y que intentaba demostrar pluralidad de opiniones) y su escasa difusión: además de Internet, sólo el cable privado Telecentro lo emitía. A pesar de que otros medios afines al kirchnerismo (como los programas de Gvirtz, Canal 7, Radio Nacional, Telesur o el diario Página 12) se cansaron de intentar publicitar la señal, no levantaba nunca en la audiencia ni en mayor conocimiento. A medida que pasaban los meses su bajada de línea oscilaba entre lo agresivo o lo neutral, pero en ningún caso lograba una trascendencia significativa. En esas primeras épocas se tomaron muy a pecho la pelea con el Grupo Clarín y la aplicación de la Ley de Medios y transmitieron en la puerta del nombrado Grupo para ser conocidos y que así sean incluidos en la grilla de Cablevisión a pesar de las diferencias políticas, pero no ocurría. Si la gente del común se enteró que existía este canal fue gracias a que durante las elecciones de 2011 supieron poner por unos breves segundos en unos graphs la expresión “la tienen adentro” antes de mostrar los porcentajes: una broma de mal gusto criticada por la totalidad del arco periodístico.
Durante
esta primera etapa la intención de volverse un canal serio y comprometido con
la sociedad y los ideales nacionales y populares van fracasando y se va
volviendo necesaria la participación de un nuevo socio, que genera una
importante inyección de capital. Es así que aparece Matías Garfunkel y con su
ingreso al capital accionario CN23 va tratando de tener un perfil un poco más
cool, más comercial y atractivo para una clase media alta. De ese período es
este segundo aviso, con quien se volvería la diva máxima del canal: Victoria
Vanucci, esposa de Garfunkel en ese entonces desembarca en CN23 con su programa
de reportajes que previamente se estuvo emitiendo en C5N con bastante éxito.
Puede verse en este aviso de 2012 su nuevo logo (un simple cuadrado celeste con
letras blancas) que se terminó volviendo el más duradero de toda su historia.
Además se asoma el auspicio de Forbes Argentina, una de las marcas propiedad de
Garfunkel. A pesar de ahora llamar más la atención y de inclusive ser
incorporado a Cablevisión Digital la señal sigue sin repuntar y con otros
medios afines al kirchnerismo como el flamante Grupo Índalo convertidos en los
nuevos mimados del poder, la totalidad del Grupo Veintitrés queda relegado a un
gris insoportable.
Así
transcurrió CN23 algunos años más (sumando hasta partidos del Fútbol para
Todos) hasta que en 2015 el grupo de Szpolski & Garfukel atraviesa serios
problemas económicos y financieros: sueldos adeudados y denuncias del síndico
de un vaciamiento de la empresa derivaron que a principios de 2016 el canal
fuera vendido al Grupo Índalo de Cristóbal López. Al ya tener ellos una señal
de noticias exitosa (ni más ni menos que C5N, aunque no le ganara a TN
totalmente) el futuro del canal pasaba a ser bastante incierto. Inicialmente se
planteó seguir con los noticieros y programas de opinión pero la suerte estaba
echada y aquellas sospechas de replantear el objetivo de la señal para sanear
cuentas se hizo realidad. En la tercera imagen veremos una captura de 2016
cuando la programación completa fue levantada por una decisión de despidos
masivos por parte de Índalo, y más abajo el logo que comenzaría a existir desde
agosto de ese año, recortado de una revista de la Iglesia Universal. Tan casual
esa relación no sería...
En esta
nueva etapa (podría decirse su tercer relanzamiento) CN23 deja las grandes
ligas y planea convertirse en una canal dedicado a temáticas sobre la provincia
de Buenos Aires. La grilla se va llenando de espacios pagos: programas de
cumbia o cazatalentos musicales hasta los típicos programas “Me Colgué del
Cable” de bajo presupuesto y sobre todo mucha programación de la Iglesia
Universal. Por las mañanas se hacían dúplex con programas de Radio 10 y de
noche a veces aparecía algún ciclo de archivo armado a las apuradas con
material de Diego Gvirtz quien le vendió su productora a Índalo en 2015. Ni de
esta forma llama la atención y la crisis se acrecienta: desde Agosto de 2017 el
100% de su programación es de enlatados sin ningún ciclo noticioso. Con
semejante agonía Cultura y Noticias 23 (sí, conservaba el nombre a pesar de no
tener nada de noticas y cultura dudosa) sobrevive hasta fines de 2019 cuando es
vendido en su totalidad a la Iglesia Universal del Reino de Dios. No
necesitamos aclarar qué tipo de contenido comenzaría a pasar a toda hora. Lo
que sí podemos comentar es que la poco atractiva programación del nuevo canal
motivó su salida de varias cableras. Al menos esa curiosa etapa de Índalo/Ceibo
dejó como recuerdo el fugaz regreso de Indiscreciones con Lucho Avilés, durante
unos días en 2017.
Arriba,
una captura de 2018 de programas de bloopers televisivos hechos con los
antiguos segmentos de TVR. También supieron hacer programas dedicados a ídolos
populares como Maradona o Sandro. Tal vez buscaban querer copiar a Crónica. Abajo,
la transmisión de El Ángel de Baby Etchecopar por Radio 10. Uno de los tantos
personajes impensados de aparecer por allí durante la gestión del Grupo 23.
Y así
llegamos a su triste presente: a una década de haberse fundado casi nadie
recuerda este aniversario. El canal aún existe pero es como si no estuviera. Al
fin y al cabo continúa como estuvo siempre: ninguneado por propios y ajenos. Llegamos
así al final por el momento de esta bizarra emisora: aquella que quiso comerse
el mundo demostrando que “los tiempos cambiaron” y terminó siendo más una
aventura empresarial (manejada por alguien más preocupado por ser Intendente de
Tigre que pagarle el sueldo a los empleados) que un buen recuerdo periodístico.
El mes que viene hablaremos del caso Tiempo Argentino, del mismo grupo.
El mes que viene hablaremos del caso Tiempo Argentino, del mismo grupo.
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