El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

domingo, 28 de julio de 2019

When I'm 64 (1986)

El mejor juego para estas épocas vacacionales lamentablemente no es muy liviano ni muy práctico ni muy sencillo de manejar ni "intuitivo" como tantos artefactos actuales, pero muy personalizable y conserva en la mente de muchos gratos y divertidos recuerdos para pasar el tiempo. Hablamos de la mítica y entrañable Commodore 64, la computadora de 8 bits desarrollada en la Argentina por Drean (sí, la misma marca de lavarropas) que en su momento de creación, 1982, revolucionó el mundo informático por la gran cantidad de prestaciones que ofrecía. Comenzaba a materializarse la idea de que la computadora hogareña "bajaba del Olimpo" muchas tareas que previamente estaban relegadas a la élite informática de entonces: la primer computadora que salió de las casas de electrónica y se vendía en supermercados y jugueterías! No por nada se la considera una equivalente a lo que fue el Ford T (en la facilidad de masificar tecnología) y encima ostentar el Récord Guiness de la computadora más vendida de todos los tiempos: en sus años de esplendor, la Apple y la Atari quedaron bien lejos barriendo el piso. Tal vez sólo la ZX Spectrum esté a su altura al hablar del legado que dejaron. 
Sus cualidades son de vanguardia: una paleta de 16 colores, puertos para conectar joysticks, posibilidad de redactar texto e imprimirlo, la posibilidad de utilizar tu tv de tubo de casa o bien adquirir un "todo en uno" con monitor incorporado, disponer de procesadores de video y sonido que permitían dibujar y crear música como nunca antes, ser compatible con un MÓDEM, un mouse, lápices ópticos, teclados para música... pero lo que más agradecerán era la posibilidad de leer programas tanto en unidad de casette (Datasette) como de disquette 5 y 1/4 pulgadas. Ellos fueron el puente para acercar a los usuarios miles (pero miles en serio) de juegos para divertirse sin parar, de todo tipo de géneros, edades y complejidades: también vinieron cartuchos con expansión de memoria para acelerar la máquina y ser el más veloz del barrio ¿Les suena tocar la "tecla Windows" para salir desesperados de una pantalla tildada? Fue la C64 la primera en incluir una tecla con el logo de la empresa, la cual tenía múltiples funciones según con qué otra tecla se tocaba... 
La grandiosa capacidad de Commodore para producir algo de calidad se trasladó también a su sucesora, la Commodore Amiga, pero lamentablemente la compañía no supo capitalizar tanto éxito y termina quebrando en 1994. Malas decisiones empresariales y modelos mucho mejor publicitados enterraron a la compañía que siguió existiendo como marca de periféricos hasta la actualidad, pero ya no teniendo ningún tipo de relación con los productos de antaño. 
Para seguir recordando semejante institución informática les acercamos algunas páginas del manual original C64, del año 1986. Se trata de un manual "Printed in USA", pero también existían los argentinos hechos por Drean: dicha empresa manejó la licencia en el país entre 1983 y 1988, produciendo (o ensamblando? nunca quedó claro) modelos en San Luis. Nunca se pudo dilucidar si era cierto ese rumor que dice que las placas madre de los modelos nacionales eran los rechazados de las fábricas estadounidenses. Podremos ver entre estas despintadas hojas todo lo que podía ser conectado detrás de la unidad, aprender a conectarla a la tv, soluciones para problemas típicos, cómo era la pantalla inicial, aprender a manejar el lenguaje de programación BASIC y hasta saber dibujar y componer algunas obras de arte. 
Gracias por existir Commodore! Aún muchos gamers que peinan canas te agradecen haber sido tan popular y variada. Por algo te siguen queriendo y emulando en esta tan impersonal y fría comunidad cibernética actual...








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