La gran ventaja de tener la marca de polenta más conocida y
vendida (que logró el increíble hecho de quitar del trono a la histórica
polenta Mágica, que no es poco) le genera a Arcor cada tanto experimentar con
su producto y animarse a sacarle cosas nuevas. Casi siempre ese “cosas nuevas”
significa arriesgarse a sacar una línea de polentas saborizadas Presto Pronta.
Un concepto que hasta ahora les cae bien a
los consumidores por un ratito pero a la larga sólo queda como moda,
regresando al sabor tradicional.
A mediados de los 90, como ya publicamos en esta página,
aparecieron las Presto Pronta sabor napolitana, fugazzeta y jamón y queso,
además de la vistosa variedad fortificada Baby, que no era otra cosa que una
afrenta a la Vitina. Luego de semejante osado hecho volvieron a intentarlo a
principios de esa década: no sólo se animaron a sacar productos en lata (por
ejemplo un guiso de lentejas) sino que insistieron con las variedades
saborizadas, pero de una manera más austera: queso con cebolla, con trocitos de
vegetales y nuevamente la fortificada. Lograron durar varios años en el mercado
pero llegó la hora de pasar la posta y ahora es
el turno de unas nuevas saborizadas: panceta con queso y espinaca a la
crema.
Lo que más impacta de entrada son sus tamaños diminutos,
asegurando al mínimo el margen de pérdida. Parece ser que se dieron cuenta que
para estos experimentos no es muy común que se animen a comerse un paquete
entero. El que quiera repetir más de 4 platos va a tener que comprarse otro
envase, que sale casi como una polenta tradicional de envase convencional.
Al abrir el paquete de panceta y queso lo primero que nos
invade es un fuerte olor tipo Saladix que en lo personal me recuerda a la sopa
de queso con trozos de jamón Knorr que salía hace una década. Quien la haya
probado puede darse una idea de lo que digo, aunque de sabor no son similares y
en el caso de la Presto Pronta la sal está más regulada. Hay trocitos dando
vuelta súper pequeños de algo sabor similar a la panceta, pero como se dijo más
arriba no hay un sabor excesivamente salado o invasivo. Tal vez haya ayudado
que se la probó con una rica dotación de queso mantecoso…
El siguiente sabor, el de espinaca a la crema, resultó aún
mejor: también tiene los trozos de la susodicha verdura dando vueltas, y deja
en la boca esa sensación de haber comido algo pastoso con hierro como la
espinaca legítima. El sabor suavizado tipo caldo de verduras que la acompaña hace un plato
bastante más armonioso que el otro sabor, pero ninguno de los dos por suerte ha
sido excesivamente malo como para no volverlo a comprar.
La probabilidad de que duren en el mercado por mucho tiempo,
tal cual le pasó a todas sus versiones anteriores, es muy baja. Pero para los
que le gusta experimentar con el plato d polenta de siempre, es una buena idea.
Y para el tradicionalista que ve estas ideas como desagradables creaciones
modernas artificiales, el amperímetro no se les va a mover. Eso sí, siguen
contando con la amplísima ventaja de estar listas en 1 minuto y también la
misma desventaja de la polenta tradicional sin importar marca: volverse un
perturbador cubo de gelatina granosa al otro día.
Y para los fanáticos de la polenta pura, impoluta y clásica
les dejamos este aviso de 1995, en donde podemos ver que a pesar del paso del
tiempo los cambios de logo y envase han sido siempre muy leves y hasta casi
imperceptibles. Pero además, épocas en las que se comenzaba a imponer esta
marca de polenta por sobre todas las demás, y al final lo lograron con creces
al punto que es difícil ver otra marca en una góndola, o que se nos ocurra otro
nombre de polenta que no sea la de Arcor…
Hola!! En que supermercado puedo encontrarla??? Gracias por el dato.
ResponderEliminarHola! En nuestro caso las compramos en el Súper Vea...
EliminarHolaa, la que es saborizada de panceta. Es saborizante artificial? o sea es vegana??
ResponderEliminartengo la misma duda! si lo sabes avisa xfa
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