En los últimos
años se ha generado una catarata de marcas de hamburguesas de los más diversos
empaques y nombres. A las tradicionales Paty, Good Mark, Friar y Swift de toda
la vida, ahora hay que sumar a Rancho Alto, Unión Ganadera, Fela, Campo Chico,
“La Blanca” (como el picadillo de Swift), Haify, top Beef, Cabaña Las Lilas, Whim
y otras más extrañas todavía. La calidad entre ellas no es la misma (por
ejemplo casi me lastimo un diente con una especie de grasa sólida que traía
adentro una Rancho Alto) pero la cuestión es que hay una oferta muy grande y
las marcas tradicionales deben exprimirse el cerebro para seguir llamando la
atención como siempre. En el caso de Paty han vuelto a sacar sus gustos
saborizados, parecidos o no tanto a las que salían en otras épocas.
En los 90
supieron venir las sabor cebolla y pimienta, pero en 2011 aparecieron gustos
mucho más arriesgados: salieron con gusto a cheddar, a panceta y a verdeo y
finas hierbas. En ningún caso fueron variedades de éxito muy perdurable, para
lo cual vale la pena probar rápido los 3 sabores que han sacado ahora. Con una
presentación bien Premium vienen únicamente 2 medallones con cebolla, con
morrón o con queso provolone. Todas tienen una extraña forma de octógono pero
son bastante recomendables.
Sorprende que
hayan desaprovechado el sabor provolone y que no le pusieran “provoleta” o algo
así más parrillero, pero el nombre fue ése. Hay trozos de queso en el medio de
la carne: hay que tener en cuenta esto porque tal vez alguien los vea y se
asuste creyendo que es grasa. Realmente muy buen sabor aunque el aroma sea un
poco extraño e invasivo. No esperaba mucho del “Morrón Asado” pero me
sorprendió para bien: muy sabrosa y con vistosos trozos rojos escondidos entre
la hamburguesa. Manteniendo un buen nivel, la variedad con cebolla es rica
igualmente y realmente pareciera que le echaron cebolla por arriba. En base al
gusto y el color del empaque uno sospecharía que se trata de cebolla morada (un
guiño a la combinación de Mc Donald’s?) pero no lo especifica tampoco.
Para terminar
y para que varios me terminen de odiar se ha decidido incorporar también en
esta descripción a las nuevas milanesas de soja Sadia. A más de uno le
resultarán una abominación y que no merecen llamarse milanesas, pero eso no
quita que me sigan resultando ricas sin importar la marca aunque con sus obvios
matices. Igualmente debo reconocer que los híbridos de carne y soja como las
Barfy me resultan difíciles de comer con gusto. Además, Sadia pertenece a la
misma multinacional que Paty (la brasilera BRF, “Brasil Foods”) por lo que el
posteo no pierde coherencia y es todo un suceso por fin hallar un producto de
esta marca que sea nacional, luego de años y años de relacionar este nombre con
productos brasileros y nada más. Para los amantes de este injerto de milanesa,
las Sadia vienen con la ventaja de traer 5 unidades, toda una barbaridad para
no perder la chance de probarlas. Una digna competencia de las Luchetti y las
Granja del Sol, aunque no traigan sabores exóticos…
Para terminar
vale la pena aclarar que BRF a nivel internacional está buscando desprenderse
de muchos de sus activos ya que necesita urgentemente reducir su endeudamiento:
tanto en Europa como en Tailandia y Argentina planean vender plantas y marcas.
Así que estemos atentos que tal vez muy pronto oigamos nuevos dueños para
Vieníssima, Paty, Good Mark, Manty, Delicia y Dánica…
Con lo caro que es una hamburguesa tradicional, una saborizada es un gusto que solo pueden darse algunos.
ResponderEliminar