(comentario sobre el Plebiscito Chileno de 1988 en el Diario del Bicentenario de 2010)
El año 1988 lo relacionamos en la Argentina con una época conflictiva económica y políticamente, pero indudablemente era un año vivido en democracia. Una democracia joven y muy frágil, pero democracia al fin. Y dicha sensación se vivía también en Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia… pero en Chile todavía se vivía una dictadura iniciada en los años 70. El tristemente célebre régimen militar de Augusto Pinochet iniciado en Septiembre del 73 había logrado sobrevivir hasta ese momento el oleaje de democracias que se daban en la región, pero comenzaba a sufrir presiones internacionales para legitimarse. En ese contexto, hace 30 años se gesta en Chile el curioso artilugio de un plebiscito en donde se votaba por la continuidad de Pinochet ocho años más (hasta 1997!) o bien que sólo continuara un año más, de transición, para luego convocar a elecciones libres. En este panorama, y luego de 15 años de dictadura, por primera vez se permitió por la televisión que durante unos 15 minutos por día se pudiera hablar de política opositora al régimen. En un sistema común en otros países pero no en Argentina se disponen de “franjas electorales” donde se condensa de una sola vez una gran cantidad de spots y propuestas políticas, en lugar de estar desparramadas por toda la programación. De esta forma, al extraño horario de las 23 horas, durante 15 minutos podía la franja del “No” al plebiscito exponer sus ideas, mientras que la del “Si” era la que continuaba con las mismas reglas. ¿Y por qué es importante contar esto desde aquí? Porque hasta la actualidad se sigue atribuyendo al gran trabajo de los publicistas de la campaña del No el torcer la elección a su favor: luego de que se comenzara con un gran escepticismo por creer que realmente se podía ganar el plebiscito a increíblemente lograrlo y derrotar a Pinochet desde una campaña cargada de trucos publicitarios ya ocupados miles de veces para vender productos mundanos. Sigue siendo apasionante desde internet seguir viendo el contenido de dichas franjas, verdaderas piezas para estudiar que se puede vender verdaderamente cualquier cosa, hasta el concepto de democracia sin siquiera tener un candidato para poder elegirse en la votación. Desde el lado del No se gestó el creativo logo de un arcoíris que representaba la diversidad de ideologías y partidos detrás de esta opción (para contrarrestar la chicana oficial de que sólo el temible marxismo estaba allí) junto a muy agradables y naif avisos que tranquilamente podían haberse usado para vender una gaseosa, una golosina o un televisor color. Criticada inicialmente por ser poco seria y “tibia” a la hora de criticar los abusos de la dictadura, fue ganando rápidamente por ser fresca y muy coherente, mientras la del Si comenzaba a dar vergüenza ajena: desde lo difícil de querer lavarle la cara a alguien que ya gobierna 15 años hasta limitarse a desprestigiar la franja contraria, junto a peor pecado publicitario: directamente copiar los spots opositores parodiándolos para sembrar el miedo y el odio en los votantes. 30 años después, cuesta creer la frase “Si Pinochet gobierna, usted gobierna”, pero era increíblemente el fundamento del oficialismo. En cambio, la franja del No no necesitó recurrir ni a carpetazos ni a chicanas, sino simplemente verse como algo agradable y que prometía la solución de todos los problemas, bajo el slogan “Chile, la Alegría ya viene!”. A esto le sumamos canciones bien pegadizas y la adictiva estética de “fines de los 80, principios de los 90” tiñiendo todo que hacen de esta campaña una de las más interesantes para ver en cualquier época. También es muy recomendable la película “No” del año 2012 protagonizada por Gael García Bernal en donde se mete de lleno en las internas y aprietes que tenía el equipo publicitario opositor a Pinochet para seguir adelante. Ya se imaginarán cuál fue el resultado de ese plebiscito: costó pero Chile entró en democracia para 1990. Tantos años más tarde con el lógico desencanto por todo lo ocurrido luego hicieron en varios la tendencia de decir “la alegría nunca llegó”, pero a pesar de todo sería difícil poder decir una crítica tan suelto de cuerpo si la otra franja ganaba. Y para ilustrar esos eufóricos momentos tenemos algunas imágenes de la Revista Argentina Siete Días, con algunas notas a cargo de Román Letjman para ese momento histórico. El momento en el que la colorida alegría vendida desde la televisión como si fuera un aviso de Coca Cola le pudieron ganar al inmenso aparato oficial de Pinochet.
El año 1988 lo relacionamos en la Argentina con una época conflictiva económica y políticamente, pero indudablemente era un año vivido en democracia. Una democracia joven y muy frágil, pero democracia al fin. Y dicha sensación se vivía también en Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia… pero en Chile todavía se vivía una dictadura iniciada en los años 70. El tristemente célebre régimen militar de Augusto Pinochet iniciado en Septiembre del 73 había logrado sobrevivir hasta ese momento el oleaje de democracias que se daban en la región, pero comenzaba a sufrir presiones internacionales para legitimarse. En ese contexto, hace 30 años se gesta en Chile el curioso artilugio de un plebiscito en donde se votaba por la continuidad de Pinochet ocho años más (hasta 1997!) o bien que sólo continuara un año más, de transición, para luego convocar a elecciones libres. En este panorama, y luego de 15 años de dictadura, por primera vez se permitió por la televisión que durante unos 15 minutos por día se pudiera hablar de política opositora al régimen. En un sistema común en otros países pero no en Argentina se disponen de “franjas electorales” donde se condensa de una sola vez una gran cantidad de spots y propuestas políticas, en lugar de estar desparramadas por toda la programación. De esta forma, al extraño horario de las 23 horas, durante 15 minutos podía la franja del “No” al plebiscito exponer sus ideas, mientras que la del “Si” era la que continuaba con las mismas reglas. ¿Y por qué es importante contar esto desde aquí? Porque hasta la actualidad se sigue atribuyendo al gran trabajo de los publicistas de la campaña del No el torcer la elección a su favor: luego de que se comenzara con un gran escepticismo por creer que realmente se podía ganar el plebiscito a increíblemente lograrlo y derrotar a Pinochet desde una campaña cargada de trucos publicitarios ya ocupados miles de veces para vender productos mundanos. Sigue siendo apasionante desde internet seguir viendo el contenido de dichas franjas, verdaderas piezas para estudiar que se puede vender verdaderamente cualquier cosa, hasta el concepto de democracia sin siquiera tener un candidato para poder elegirse en la votación. Desde el lado del No se gestó el creativo logo de un arcoíris que representaba la diversidad de ideologías y partidos detrás de esta opción (para contrarrestar la chicana oficial de que sólo el temible marxismo estaba allí) junto a muy agradables y naif avisos que tranquilamente podían haberse usado para vender una gaseosa, una golosina o un televisor color. Criticada inicialmente por ser poco seria y “tibia” a la hora de criticar los abusos de la dictadura, fue ganando rápidamente por ser fresca y muy coherente, mientras la del Si comenzaba a dar vergüenza ajena: desde lo difícil de querer lavarle la cara a alguien que ya gobierna 15 años hasta limitarse a desprestigiar la franja contraria, junto a peor pecado publicitario: directamente copiar los spots opositores parodiándolos para sembrar el miedo y el odio en los votantes. 30 años después, cuesta creer la frase “Si Pinochet gobierna, usted gobierna”, pero era increíblemente el fundamento del oficialismo. En cambio, la franja del No no necesitó recurrir ni a carpetazos ni a chicanas, sino simplemente verse como algo agradable y que prometía la solución de todos los problemas, bajo el slogan “Chile, la Alegría ya viene!”. A esto le sumamos canciones bien pegadizas y la adictiva estética de “fines de los 80, principios de los 90” tiñiendo todo que hacen de esta campaña una de las más interesantes para ver en cualquier época. También es muy recomendable la película “No” del año 2012 protagonizada por Gael García Bernal en donde se mete de lleno en las internas y aprietes que tenía el equipo publicitario opositor a Pinochet para seguir adelante. Ya se imaginarán cuál fue el resultado de ese plebiscito: costó pero Chile entró en democracia para 1990. Tantos años más tarde con el lógico desencanto por todo lo ocurrido luego hicieron en varios la tendencia de decir “la alegría nunca llegó”, pero a pesar de todo sería difícil poder decir una crítica tan suelto de cuerpo si la otra franja ganaba. Y para ilustrar esos eufóricos momentos tenemos algunas imágenes de la Revista Argentina Siete Días, con algunas notas a cargo de Román Letjman para ese momento histórico. El momento en el que la colorida alegría vendida desde la televisión como si fuera un aviso de Coca Cola le pudieron ganar al inmenso aparato oficial de Pinochet.
los partidos y movimiento que apoyaron al si fueron:
ResponderEliminarAvanzada Nacional (AN)
Democracia Radical (DR)
Frente Nacionalista Patria y Libertad (FNPL)
Gran Frente de Chile (GFCh)
Acción Gremialista (AG)
Comités de Acción Cívica (CAC)
Movimiento Independiente Pinochetista (MIP)
Movimiento Cívico de Autodefensa Vecinal (MAV)
Partido del Sur (SUR)
Partido Democrático de Chile (PADECH)
Partido Liberal Demócrata de Chile (PLD)
Partido Nacional (PN)
Partido Socialdemócrata (PSD)
Poder Femenino (PF)
Renovación Nacional (RN)
Unión Democrata Independiente (UDI)
Los partidos y movimientos que apoyaron al no fueron:
Alessandrismo Nacional Independiente (ANI)
Independientes por el No
Izquierda Cristiana (IC)
Los Verdes (LV)
Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU)
MAPU Obrero Campesino (MAPU-OC)
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
Partido Comunista de Chile (PCCh)
Partido de los Jubilados (PJ)
Partido Demócrata Cristiano (PDC)
Partido Democrático Nacional (PADENA)
Partido Humanista de Chile (PH)
Partido Liberal (PL)
Partido Nacional por el NO
Partido por la Democracia (PPD)
Partido Radical de Chile(PR)
Partido Radical Socialista Democrático (PRSD)
Partido Social Democracia de Chile (SDCH)
Partido Socialista-Almeyda
Partido Socialista Histórico
Partido Socialista-Mandujano
Partido Socialista-Núñez
Partido Socialista Chileno(PSCH)
Unión Socialista Popular (USOPO)