El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

martes, 7 de agosto de 2018

Pizza con Terrabusi



Un hecho histórico en el mundo galletero acaba de ocurrir estos últimos días y no podemos ser ajenos a semejante fenómeno. Es importante que dejen lo que estén haciendo y lean con atención lo siguiente: en una ráfaga de nostalgia marketinera, la gente de Mondelez desempolvó una marca de Terrabusi desaparecida hace casi 15 años y la hizo regresar a las pistas… las obleas Champagne han vuelto a producirse! Así como lo oyen, esas famosas obleas de Terrabusi rellenas de vainilla y frutilla (o era frambuesa?) reaparecieron por primera vez en esta década. Y no estamos halando de cualquier producto: hablamos de una de las galletitas que nacieron junto a las Express, las Melba, las Duquesa (cuando se llamaban Princesa), la Tita o la Rodhesia. Una verdadera señora marca que supo tener su versión bañada en chocolate llamada Canadiense, que no sobrevivió más allá de los años 60. Aguantaron muy bien la competencia de las Ópera de Bagley y supieron convivir sin mucha envidia con las obleas Bésame producidas en los 80 por los mismos de Terrabusi. Más aún, pudieron integrar sin ningún problema el selecto grupo de galletitas que sobrevivieron a la compra de Nabisco en 1994. Mientras que productos antiguos como el arroz Terrabusi, las Santa Paula o las Vermouth desaparecían para siempre, las Champagne pudieron codearse con las nuevas producciones de la familia como las Oreo, las Chipits o las Soleadas. Fueron capaces de hacerle frente a la crisis de 2001 y salieron adelante, mientras que las Crocanas o los Bizcochos Canale perecían en el intento. Formaron parte de la importante lavada de cara que realizó la multinacional Kraft a partir de 2003 en el país, donde revitalizaron algunas marcas clásicas mientras ingresaban otras nuevas como las Trakinas o las Club Social. De dicha época les quedó durante un breve tiempo un paquete fucsia que remplazaba al histórico dorado que tuvieron desde siempre. Pero una gris y triste mañana de 2004 en una maniobra que también contemplaba a las Lezama y las antes mencionadas Soleadas, las obleas Champagne se despidieron para aparentemente no volver más. Apenas unos años después empezaron a mostrarse signos de arrepentimiento por parte de la empresa: lanzaron unas obleas de distintos sabores llamadas Trexy, pero como vinieron se fueron y no le pudieron hacer ni cosquillas a las Ópera. A partir de este período de ostracismo surgió la leyenda, y la tecnología hizo el resto: a medida que se fueron popularizando fueron surgiendo foros-blogs-fotologs-grupos de facebook dedicados a exigir abiertamente el retorno de estas preciadas galletitas. No se puede reprochar este tipo de exigencias: hay que destacar que en 2006 un blog llamado Bien Ahí fue capaz de lograr que las Tentaciones Mousse volvieran al mercado… por qué no las Champagne?  Finalmente fue 2018 el año en el que supo ver el retorno de este producto, el cual rápidamente fue juzgado para compararlo con el artículo de antaño. Gran parte de los ansiados consumidores resultaron decepcionados con la nueva versión, la cual no es argentina sino que se produce en Brasil: por ejemplo no trae tres capas sino apenas dos, una amarilla y una rosada. No obstante, personalmente me animo a decir esto: es verdad que no tienen el mismo sabor que las tradicionales, pero no me resultó un gusto desagradable. Había un buen equilibrio entre los sabores y no resultaban tan insultantemente artificiales. Serán una lámina al lado de las originales, pero por lo menos no son un bofe incomible. Pero como se dijo, no esperen el chillón sabor dulce de antaño porque por aquí no está. Como una compensación a aquellos ex niños que añoran la oblea de su infancia, les vale la segunda fotografía de hoy: una caja envasada en 1989 en el Establecimiento Modelo Terrabusi con la etiqueta Champagne bien grande y exhibida con mucho orgullo. Una caja que hasta que se encontró no tenía otro destino que contener tristes tarros de pintura secos.



Pero esto no termina aquí: en simultáneo a encontrar las Champagne (sin dudas las estrellas de la noticia) en la misma góndola aparecían unas nuevas Ópera llamadas Remix. No podemos pecar de ingenuos y creer que se trata de una coincidencia: los señores de Arcor nuevamente salen a competir sin respiro contra Mondelez y sacaron paralelamente al mercado unas obleas que rememoran al diseño de sabores de sus rivales. No se trata de un invento nuevo (las primeras Ópera de “sabores raros” aparecieron a fines de los 90) sino un relanzamiento con una variedad con la exacta combinación de frutilla y vainilla (muy rica y cremosa, por cierto) y otra de chocolate a la que no le pude encontrar un gusto definido. No sabemos si llegarán a opacar el lanzamiento increíblemente brasilero que trajo Mondelez, pero las obleas de Bagley tienen menos chances de decepcionar: suelen comprarse sin mucha expectativa y pueden sorprender como ocurrió con el sabor Bon o Bon. En cambio, las Champagne tienen más para perder que para ganar: un ejército de fanáticos deseosos del sabor clásico y que harán el escándalo correspondiente donde puedan. Para no ser menos y que la lucha sea de igual a igual, también publicamos la tapa de una antigua Ópera de Bagley envasada en 1987. Ahora sí es una guerra pareja: recetas nuevas contra clásicas, las retro contra las milennials… quién ganará? Tal vez para evitar problemas lo mejor sea simplemente abrir un paquete de Oblita comprado en la calle…      

6 comentarios:

  1. Si si, me enteré del relanzamiento, me pareció extraño pero bueno las marcas siempre planifican con bastante tiempo poner un producto en el mercado deben tener buenos motivos. Es tan amplia la variedad de obleas que existen en el mercado que pasan en verdad un poco desapercibidas y los mas jóvenes que no conocen la historia de la marca no dejaran de tener a las Opera como referente generacional. No he visto todavía campaña publicitaria en medios.

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    1. Usarán a Charlotte Caniggia para que diga "shampein"? Jaja... son capaces!

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    2. jajaja ¡no les des la idea!

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  2. No son las mismas ni ahí, yo era refanatico y comía entre 5 y 6 paquetes por día las conozco muy bien y estas nuevas no es nada nada que ver a las de antes me defraudaron, es otra receta

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