El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

sábado, 21 de abril de 2018

La cosa sana con bichos



Sobre la leche cultivada ya se ha publicado muchísimo hace rato. Que fueron un boom de los 80 y 90. Que dejó de ser rentable venderla por litro y ahora se comercializa en pequeñas botellas como el Actimel. Que el jingle de leche San Regim era muy pegadizo y bla bla bla… hay algo nuevo que se pueda decir sobre esto? Podemos poner nuestro granito de arena a la causa con estas dos publicidades: primero una de Soprole de 1991 en uno de sus tantos intentos de querer entrar al mercado argentino, en este caso vendiendo leche cultivada. Una novedad que aparezca como ventaja de este tipo de productos considerarla como variante para los intolerantes a la lactosa o simplemente para los que no quieren saber nada con tomar leche común. Luego aportamos también un aviso de La Serenísima de 1996 donde nos ayuda a aclarar algunas fechas: ahora sabemos que lanzaron la primer leche cultivada del mercado argentino en el 88 y el famoso GG desde el 95, pero aparece un dato aún más interesante. Rescatamos la leche cultivada Plus probiótica, un producto que realmente se puede considerar la creme de la creme: no sólo tenía al GG sino que incorporaba el complejísimo de pronunciar Bifidobacterium Longum para hacer la leche aún más premium. Luego de arriesgarse a lanzar un artículo tan caro de producir se puede entender por qué se dedicaron luego a simplemente lanzar leche cultivada en pequeñas cantidades. Estarán los que añorarán esas épocas y se niegan a comprar las presentaciones actuales por considerarlas un robo. También estarán los que creen que todo fue un cuento y en realidad nos están vendiendo la misma leche de siempre pero cada vez más cara. Para todos hay una opción interesante: adquirir una yogurtera y hacer un rico yogur y queso cremoso casero… porque todos sabemos que el GG bien educado empieza por casa!

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