El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 22 de marzo de 2018

Falta Punch (1983)


Hay una gran cantidad de postrecitos infantiles que pasaron a la historia, ya sea por haber sido entrañablemente ricos o penosamente horribles. Así y todo, sigue habiendo una delgada línea intermedia con postres intrascendentes u olvidados por vaya uno a saber por qué. Dentro de esa delgada avenida del medio aparece el producto de hoy, aportado por nuestro seguidor Jorge (Coco Citrus) y que tuvo su época de “esplendor” (o por lo menos su época) hace 35 años. La marca La Vascongada no necesita presentación: ya hablamos de ella muchas veces y también sobre su postrecito estrella, el del patito Sandy. Pero dicho producto lácteo también tuvo un hermano que en 1983 presentaba el concurso para viajar a Bariloche que vemos en la foto: se llamaba Petit Punch, y podemos asegurar que nada tiene que ver con las pastillitas de Stani homónimas ni con la banda de Miguel Cantilo. Las instrucciones para participar eran bastante sencillas, aunque tomando como vara lo poco que exigen en las promos actuales todo parece una barbaridad para un pobre niño milennial: pintar ese raro duende irlandés-pote que tenían como personaje central en la página (aparenta ser que sin importar si se respeta el diseño original o no), contestar 4 preguntas sobre el postre y sus derivados y por último depositar el cupón con los datos de rigor en las urnas habilitadas en “todo el país”. Gracias a las preguntas, al menos, podemos saber que existían 3 sabores bien distintos: frutilla, durazno y dulce de leche. Curioso que no estuviera disponible el insípido sabor vainilla, tan habitual en este tipo de postres. Los premios con de lo más variados: piletas Pelopincho, viajes en avión, radiograbadores, enciclopedias, bicicletas y máquinas de fotos Instamatic (Kodak). Otra hermosa promoción que la provincia de San Juan vio desde la vidriera. Llama la atención el nombre en cuestión del postre: demasiado similar al Petit de Nestlé… tal vez por eso no se fabricó más? La Vascongada terminó en manos de Parmalat, así que nunca Nestlé tuvo la posibilidad de tener esta marca en sus huestes, siempre fueron competidores. Otros dato inquietante es que en Chile a principios de los 90 supo existir un postre exactamente con el mismo nombre, fabricado por Soprole y con el auspicio de Los Picapiedras. En este caso se trataba de una versión del postre original que se llamaba Petit Fort. Sea como fuere, vale la pena recordar este producto de principios de los 80 desaparecido de la memoria de la mayoría, que quedó embelesada por el Serenito, el Sandy o el Shimmy. Cómo hubiera sido una competencia entre este postre y el Danonino en la actualidad?

4 comentarios:

  1. Siempre me acuerdo del petit punch,era mi favorito, duro poco tiempo y es una pena que no haya imagenes...me acuerdo que tenia 6 o 7 años, me mandaban al almacen y me venia feliz con el petit punch...ojala alguien tenga mas data de este postrecito de mi infancia! Saludos Mariano

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  2. yo si me acuerdo,tenía 6 añitos nomás.Su sabor vendria a ser como el del Danonino pero más dulce y rico(asi me parecía)

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  3. El petit punch fue el inicio de todos los potres "petit". Y recuerdo que había sabor manzana, el cual coincidía con el color del envase. Otro entrañable detalle era que un vasito era el sombrero y el otro el duende.

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  4. Uhh pensé que era la única que se acordaba!

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