El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

miércoles, 7 de marzo de 2018

El recorte escolar que era divertido (2002)


#MarcasenelAula interesante momento se vivió hace poco en nuestro Twitter: una usuaria hizo un comentario sobre su flequillo, y nombró a las tijeras con cortes especiales Maped, célebres sobre todo en las maestras de jardín y primaria pero también entre los interesados en manualidades. Da la casualidad que en 2002 me compré una tijera de esas características, y esta situación sirvió para traerla a colación para la página. Lo que vemos en la foto es una tijera ya con 16 años de vida y que tiene cuchillas elaboradas con fibras de vidrio (tal cual rezaba su desaparecido envase) intercambiables. Esa colección de cuchillas podía ampliarse comprando por aquél entonces los juegos de cuchillas sueltas en las librerías. Cada corte tenía leves diferencias y un color diferente para no confundirse nunca. En la práctica, era ese color lo que ayudaba a describir cada tipo de corte, pero técnicamente cada uno de ellos tenía un nombre diferente: tratando de inculcar un poco de cultura, la gente de Maped le puso a cada corte el nombre de accidentes geográficos, principalmente montañas. Existía, entonces, el corte “Himalaya”, el corte“Fidji”, el corte “Kilimanyaro”, Venecia, París, Montblanc, Tahití… y estoy casi (pero no del todo) seguro que existía el corte “Aconcagua”. Pasaron los años y este tipo de tijera sigue siendo comercializado por Maped (siempre traídas de China), pero últimamente su diseño ha cambiado bastante (achicó sus dimensiones) y ahora la misma empresa la denomina “tijera de corte creativo”. Como sea, representa uno más de aquellos útiles un poco más complejos que los típicos y que siempre eran un objeto de culto entre los artículos de librería, en la misma categoría que las gomas de borrar y lapiceras con olores, los lápices con un carrete de sellos en la punta, las cartucheras con múltiples pisos, la calculadora-traductor, los lápices que se volvían acuarelas, las reglas con dibujitos móviles, la mochila con esa especie de reloj de pared o aquellas lapiceras y sacapuntas que se doblaban y se convertían en Transformers…

Un breve resumen de esta mini-conversación en Twitter que inspiró este posteo. Click par ampliar...


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