El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

martes, 9 de agosto de 2016

Cuestión de Odor (1958)


Los caminos que toman las multinacionales para seguir comercializando o no una marca suelen ser bastante inentendibles para el común de la gente. Las razones por la cual una marca exitosa en otras épocas desaparece y vuelve a verse muchos años después suele ser un misterio. En estos días dimos con una marca que estaba enterrada en el archivo de productos de higiene hace bastante tiempo, e increíblemente y sin ninguna publicidad ha vuelto al ruedo como si nada hubiera pasado. Increíblemente la marca desodorante Odorono puede volver a conseguirse, ahora bajo el ala de Rexona. Es probable que quienes lean esto no se hayan percatado de este regreso silencioso, o directamente ni siquiera saben que alguna vez existió la marca Odorono. Aquí tenemos una publicidad de 1958 que avala su existencia; por aquellos años era un producto unisex bastante anunciado en revistas "para la mujer" de la época, como Maribel. Algo que hoy podría considerarse un talco era anunciado como un "polvo antisudoral"... qué manera rebuscada de decir "desodorante"! sin embargo, este talco no era el único producto Odorono que se vio en el país: también vendieron aerosoles y cremas con el mismo objetivo desodorante. Para la época del aviso, Odorono se trataba de una marca muy bien reconocida en el mundo: había nacido en Cincinatti, EEUU, en 1901 y aunque sea un nombre que para la mayoría no signifique nada, fue esta empresa en 1919 la creadora de un concepto publicitario muy viegente hasta el día de la fecha: fueron los primeros que publicitaron un producto desodorante para las axilas femeninas. Previo a esa fecha, nunca antes había hecho esto. Las agresivas campañas que hicieron con esta idea le acercaron a las mujeres de esos tiempos un problema que estaba totalmente silenciado en el mundo comercial, y dicha cualidad convirtió a Odorono en una marca de éxito casi instantáneo. El origen de la palabra Odorono también es un gran logro de marketing: en inglés resulta similar a decir Odor-oh-no! (Odor? oh no!), es decir que la propia marca te está diciendo que con ella nunca vas a volver a tener mal olor mientras la uses. A pesar de estos interesantes datos, sus grandes logros marketineros se vieron opacados por un hecho no menor: su composición, hecha principalmente a base de cloruro de aluminio, generaba irritación en la piel y también manchaba la ropa. A mediados de los años 40, nuevas composiciones y fómulas empezaron a subsanar esta gran contraindicación y Odorono comenzó lentamente a perder el terreno que había ganado tan abruptamente. Por aquellos años la marca pasó a pertenecer a  Chesebrough Manufacturing Company, una empresa estadounidense famosa por ser la dueña de Pond's desde 1955. En los años siguientes, Odorono también comercializaría desodorantes a bolilla (roll-on) y en formato stick. Y además, un hecho artístico muy curioso involucraría a esta marca a fines de los 60: una canción de la mítica banda inglesa The Who pasaría a llamarse Odorono. Una canción que forma parte de un disco conceptual que tenía como objeto sonar como una radio pirata inglesa, plagada de comerciales de la época, y Odorono fue una de las privilegiadas para representar ese momento. Unilever compraría Chesebrough-Pond's en 1987 y desde entonces las probabilidades de ver un producto Odorono se volvieron más complicadas, ya que como ocurre siempre son los nombres pertenecientes a la empresa grande compradora las que prevalecen en el mercado sobre los nombres de la empresa chica comprada. A pesar de tener tantas en contra, hubo una cualidad de este producto que quedó impregnado en sus eventuales consumidores: que era un producto de muy buena calidad, realmente mejor que las marcas desodorantes más famosas. Y durante bastante tiempo la cosa quedaba sólo en eso, en recuerdos. Pero los años pasaron e increíblemente para muchos Odorono volvió a comercializarse estos últimos tiempos y ahora puede conseguirse como crema desodorante. Es cierto que no se trata de la presentación más cómoda para utilizar, pero increíblemente el Odorono de la nueva era conserva su cualidad de antaño: su innegable calidad y verdadera función desodorante. Según la propia empresa fabricante, Odorono es capar de cumplir su función desodorante (junto con el plus antitranspirante que brinda Rexona) durante 3 días ininterrupidos. Es decir que durante tres días uno puede seguir oliendo con el perfume de esta crema. No se sabe si esto es tan literalmente cierto, pero lo que si es comprobable es que su olor muy agradable efectivamente dura bastante tiempo en la piel. Seguramente para quienes quieran probar el nuevo Odorono les va a costar encontrarlo, ya que suele ser apilado en las partes menos visibles de las góndolas de desodorantes, pero aún así es un producto del que no se vana  arrepentir de comprar. Y que será algo que las personas que más sufren con la transpiración agradecerán con crecesEso sí, la razón del regreso de una marca tan antigua al mercado sigue siendo desconocida...

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