Los vaivenes económicos de nuestro país hacen que sus habitantes se la rebusquen para poder ganarse la vida. Hoy se tiene una profesión, mañana se tiene otra. En ese contexto de adaptación al extremo pudo encontrarse en estas épocas a la clásica marca Pamela... sí, la del pan dulce! aquella marca que explotó a fines de los 80 con una poco creativa pero efectiva publicidad sobre una chica llamada Pamela y sus atributos, hoy ha vuelto al mercado y se trata nada más ni nada menos que una marca de... galletitas! En esta misma página habíamos encontrado en un folleto de supermercado del año 2000 un pan dulce justamente con la misma tipografía que la de las galletitas de la foto, por lo cual podemos decir que se trata de la misma marca de entonces. Como pueden ver, existe una pequeña variedad de galletitas, las cuales se denominan a veces por su sabor y a veces por su forma: manteca, limón, chips, scones y las muy ricas de coco. Por menos de 10 pesos este pequeño paquetito de muy buenas galletitas armonizan una merienda, un desayuno o un mate, lejos de la ostentación de una mesa navideña, la cual aspiraba en tiempos de pan dulce. A pesar de esto último dicho, aparentemente el pan dulce sigue siendo fabricado por su actual propietario, Firenze, aunque en la práctica lo que más se puede ver bajo ese nombre son budines. Firenze, empresa nacida en 1966 y que recién en 1986 pasó a tener dicho nombre, posee además otras marcas prestigiosas, las cuales evidentemente explota más, como Marcolla, Steinhauser o Musel, verdaderos nombres icónicos en el mercado de la panadería navideña. Pamela fue una solitaria muchacha de panettone producida por la firma Besimar durante muchas navidades, hasta que en 1993 pasa a formar parte de Química Estrella, aquella compañía que también llegó a ser dueña del algodón homónimo, el café Arlistán, el arroz, Gallo, la yerba mate Cruz de Malta, los cacaos Toddy, Zucoa y Okey y las marcas de pan dulce antes nombradas. En 2007 esta compañía es comprada por Molinos pero inmediatamente un año después Firenze se queda con todas las marcas de pan dulce que Molinos había adquirido previamente. Pero a pesar de ser éste su fuerte, el resto del año Firenze también se dedica a la producción y venta de tostadas, vainillas, grisines y la novedad de la empresa: mini croissants, Pero toda nuestra atención se centra actualmente en el futuro crecimiento de la otrora marca traumatizante de niñas de nombre Pamela. Así que ya lo saben: si desean comprar algún producto que les inspire algo de nostalgia ochentosa (como la chocolatada Sandy mencionada días atrás) ahora tienen la oportunidad de probar las galletitas dulces Mini Pamela, aunque con el dejo de amargura que los días de escuchar la frase "Pamela, qué galletita!" no van a existir nunca...
El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
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