Productos para adelgazar y para ayudar a mantener la línea existieron y existirán millones. Algunos tendrán su éxito, otros sólo quedan en las promesas. Hoy vamos a hablar de un curioso producto que intentó en su momento meterse en el mundo de las promesas de una silueta esbelta, y que casi no se lo recuerda: los batidos Metrecal. Pronunciados "Metrical", estas latas que parecen de leche condensada o de alimento para mascotas fueron un impresionante boom de ventas en Estados Unidos, su país natal. Semejante producto, que quedó en dicho país como un símbolo de los nuevos tiempos que se avecinaban, no podía no terminar tarde o temprano apareciendo por nuestro país. Es por ello que encontramos esta publicidad de 1964, anunciando la llegada de estos preparados en lata a la Argentina. Los fabricantes de este brebaje, Mead Johnson, se dedicaban a fabricar suplementos nutricionales para ancianos y niños, y (al igual que Cicatricure cuando abandonó su nicho tradicional y se fue al frívolo sector del mercado para arrugas faciales) vieron en la cultura de los 60 norteamericana la posibilidad de abrir su mercado y crear un producto para satisfacer esa necesidad. El primer Metrecal era un polvo deshidratado, el cual tuvo amplia aceptación y del sabor original vainilla aparecieron hasta 14 sabores diferentes, tanto dulces como salados. Luego surgió la versión lista para tomar, y también galletitas, sopas y pastas. Ya para mediados de los 60, Metrecal empezó a dejar de estar de moda y estancarse, bajando drásticamente sus ventas. Y cuando ya se trataba de un producto en decadencia, el gobierno de Estados Unidos prohibió su comercialización en 1977 tras haber registrado 59 muertes relacionadas a la proteína líquida que éste producto y otros similares contenían. Es decir, se trataba de una suspensión preventiva, pero no significaba que directamente Metrecal haya sido el responsable de dichas muertes. De todas formas, tal como dijimos antes, el beber este batido ya no era atrayente para las nuevas generaciones: tras haber pasado la moda debeberlos, aparecieron las críticas más realistas que nadie cuestiona cuando algo hace la mayoría: que tenía un pésimo gusto, que era aburrido tomarse el mismo batido tres o cuatro veces por día, que igual provocaba hambre, que era riesgoso sólo beber eso todo el día (podía generar desvanecimiento al no comer nada sólido en días). Y así como vino se terminó el auge de este producto, hoy sólo recordado en páginas gringas. Pero no significó para nada el fin del negocio de este tipo de productos dietéticos que reemplazan las comidas tradicionales. Artículos que hoy están en boga como Herbalife o las aguas Detox tienen su aceptación fashion gracias a todo el camino que Metrecal recorrió por ellos hace décadas...
El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
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