El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 7 de enero de 2016

Ahora 6


Esta imagen nos la mandó Matías Legui y en ella podemos ver muchos datos interesantes. Tal vez a primera vista los precios resulten demasiado bajos, aunque hay que tener en cuenta que los electrodomésticos en venta se vendían en cuotas. Así y todo, los precios pueden seguir aparentando ser muy bajos. Mas allá de que los salarios de aquél entonces (principios de los 90) no tenían el mismo poder adquisitivo que más acá en el tiempo, varios de los aparatos allí ofrecidos hace rato que pasaron a ser bastante anticuados, así que inclusive dichos precios hoy seguirían siendo un robo. Gran parte de las marcas y productos aquí ofrecidos, casi 25 años después, siguen vendiéndose con los mismos nombres, aunque obviamente no los mismos modelos, los cuales sí se adaptaron al siglo XXI. En aquél momento era signo de modernidad y un buen pasar económico tener una aspiradora o una tostadora y hoy en día... también. Ambos productos no lograron instalarse como un artículo de clase media en el país. En aquél entonces Essen era un sinónimo de "olla de calidad" a la hora de describir otro producto similar (como cuando uno lee "jabón tipo Ariel") y eso tampoco ha cambiado. Lo que sí fue violentamente aplastado por el paso del tiempo fue la videograbadora y, en menor medida, el radiograbador. Éste último aún se lo puede ver en ciertas casas de comercio, pero la video hace rato que sólo se la puede ver en MercadoLibre, Las batidoras manuales tampoco son ya algo para destacar en una publicidad de ventas, al igual que una raviolera (cuándo fue la última vez que vieron una en venta en un folleto?)Como conclusión, podría decirse que, de todos los artículos nombrados, el que verdaderamente se volvió de culto fue la video. El resto sigue sin conseguir el carisma del anterior aparato para pasar a la historia como un símbolo de época y nostalgia. ¿Cuándo será el tiempo para que eso le pase a una panquequera? Probablemente dentro de mucho tiempo...

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