Que siga el frío aún en estos tiempos hace pensar a más de uno que seguimos en invierno, pero además eso despierta otro hecho para muchos bastante alarmante: no falta mucho para que los supermercados y locales varios comiencen a atosigarnos con mercadería navideña. Entre esos elementos uno que comienza a aparecer con fuerza es el budín, con su rígido envase de papel metalizado. A pesar de que en los últimos tiempos se puede conseguir budín todo el año (como los Fargo, por ejemplo), sigue siendo un producto identificatorio con las fechas de fin de año. Las marcas de budines son varias, pero seguro que hay una que no tenían presente. En algún momento (seguramente breve), la marca Exquisita de Molinos (nacida en 1956) comenzó a fabricar budines. Si les digo que la publicidad de la foto es de 1975 seguramente no me van a creer. Salvo algunos pequeños detalles estéticos (como la antigua M de Molinos en la caja o el trato de usted al lector) podría considerarse un aviso actual. Hasta el envase que aparece es muy similar a los que actualmente comercializa para sus productos propios el súper Carrefour. Vaya uno a saber si el sabor de este polvo para preparar budín casero se asemejaba o no al comprado, pero el relleno (ejemplo frutas secas) lo tenía que poner uno, así que eso hacía que los resultados variaran según el consumidor. A pesar de que el mismo aviso considera que es una fantástica idea, este producto o se impuso en el mercado y rápidamente desapareció. Igualmente, puede fabricarse un budín con los productos Exquisita de hoy. Según su página web de recetas, si simplemente pusiéramos un polvo de bizcochuelo en un molde para budín, obtendríamos un muy rico producto, aunque no se qué tan similar a un verdadero budín puede generarse. A lo mejor soy muy ingenuo, pero me parece que el sabor del bizcochuelo y el del budín son distintos, o a lo mejor es así y me estoy engañando por las formas distintas. Sea como fuere, ésta es la única imagen en Internet de un producto de Exquisita que quiso ser revolucionario y no pudo. Cosa que si lograron otros productos exóticos de la marca que se siguen fabricando, como los famosos brownies glaseados con chocolate que suelen aparecer cada tanto.
El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
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