Marcas argentinas de lácteos hay muchas, al punto tal que alguna marca extranjera le cuesta meterse en ese mercado, tal cual le ocurrió a Parmalat o Soprole. Y entre todas las firmas famosas hay una con una larguísima trayectoria pero que no es de las primeras que se nos vienen a la mente; después de acordarnos de La Serenísima o Sancor y ya empezamos en la nebulosa de segundas marcas, en el algún momento daremos con Ilolay. Estos lácteos forman parte de la marca comercial más famosa de Williner, una empresa fundada por Alfredo Williner en 1928 en Santa Fe y que sigue existiendo auqnue ahora bajo el nombre de "Sucesores de Alfredo Williner. A lo largo de sus primeros años se dedicaron a la fabricación de leche, luego manteca marca Wilco y le sigue después el dulce de leche, ya finalizando los años 30. Inclusive para los años 50 se dedican a la fabricación de caramelos de leche. La década del 60 es una de las más importantes, ya que no sólamente comienzan a fabricar leche en polvo sino que también comeinzan a comercializar sus lácteos más representativos bajo la ahora famosa marca Ilolay. Cuando comenzaban los años 80, Ilolay ya fabricaba yogures, ricota, leche, manteca y quesos, sobre todo luego de su fusión con otra empresa denominada De Lorenzi. De esos años es la primera foto de hoy: una caja de Ilolay de principios de los 80 donde se observa el slogan de esa época ("La Fresca Calidad") junto con la "W" en su logo más famoso, en alusión a Williner. El siguiente momento importante de la firma nos transporta a fines de los 90 y principios del 2000, cuando lanzan su línea de leches larga vida, las cuales vemos en la publicidad de la segunda foto, junto también con otro aviso contemporáneo pero referido a quesos. La leche Ilolay Vita, que aparentemente tenía la mayor cantidad de calcio, en 2006 se convirtió en un producto con el sello de Alimentos Favaloro. Por aquellos mismos años también comenzaron a producir yogures para la regulación intestinal, emulando el fenómeno de ese momento: Activia. En la actualidad además de todos los productos mencionados también elaboran leche chocolatada, yogures con cereales, leche con fibras, postrecitos, flanes, crema de leche y hasta batidos frutales. Aunque a pesar de tanta buena calidad y salud, lamentablemente gran parte de las ventas de Ilolay se deben a gente que no le alcanzó para comprar con las marcas líderes o bien no quedaban de ellas. A eso se le suma que muchas veces estos productos no tienen la suficiente personalidad como para retener al consumidor que volverá a las marcas tradicionales cuando se reponga el stock. Es decir, que tanto Ilolay como muchas otras marcas (como Verónica, Latte o La Lácteo) son compradas porque "peor es nada". Mientras esto siga así, a Ilolay le quedan muchos años de bonanza por delante de muchos compradores desmotivados...
El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
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