El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 2 de julio de 2015

Un Chocolate que confiesa ser irreal (1991)


#SemanadelaDulzura Entre todos los productos que pueden ser regalados durante estos días, hoy mencionamos al chocolate estrella de Arcor que en los últimos años se ha diversificado tanto que es difícil acordarse cuántas cosas están produciendo día a día. Esta marca nació en 1991 junto con los Rocklets, siendo ambos productos el flamante ingreso de Arcor al mundo de los chocolates. Estaban envalentonados tras haber tenido un éxito arrollador con el Bon o Bon desde principios de los 80, como comentábamos ayer. Esta publicidad es justamente del 91, así que estamos viendo a las 4 primeras variedades de Cofler, las cuales son bastante diferentes a las que se pueden encontrar ahora. Hoy sería medio arriesgado lanzar una nueva marca al mercado con chocolates con pasas de uva y frutos secos. Evidentemente los gustos eran otros. Da la sensación, además, que estos chocolates estaban tratando de imitar el estilo artesanal de los barilochenses, los cuales sí tienen la calle de tener ese tipo de variedades y conseguir alguien que los compra. Un año más tarde llegaría otro extraño producto, el Cofler Caramel, una línea de chocolates rellenos. Por lo visto estos productos estaban más orientados al gusto gourmet que al popular. Como ya se dijo varias veces, Arcor jamás desiste en la imposición de un producto con sólo un intento, y de los mediados de los 90 para adelante la historia de Cofler es otra. Aparece el famoso logo celeste con letras blancas, las épocas de ver nubecitas pintadas en todos los kioscos para anunciar sus variedades "Aireadas", la aparición de rarezas como el chocolate con menta, el blanco con relleno de durazno o el blanco con cookies. Gracias a las sucesivas compras y fusiones realizadas con el tiempo por Arcor (compra de Águila en el 93, de Noel en el 94 y de Bagley en 2004) el mercado de los chocolates iba de a poco reduciéndose para darle paso a Cofler. Llegamos a la actualidad, donde desde hace unos años encontramos miles de variedades de Cofler prácticamente para cualquier necesidad: desde las clásicas tabletas duras con leche pasando por los Light (de yogur de frutilla), los Air (aireados), los Supreme (rellenos de Mousse), los Block (con maní), los Extra (con caramelo y crocantes), los mezclados con algún ingrediente Arcor (trozos de Chocolinas o de Rocklets), las barras personales para saciar momentos de impulsividad (con coco, relleno de manzana, de pera, de brownie, con marroc, con avellanas, etc) y muchos más productos derivados, como huevos de pascua, helados, cubanitos y bañados en chocolates (los famosos "Citos"). Hasta los antiguos Tubby sucumbieron y se convirtieron en Cofler 1, 2 o 3. El antiguo Whisper hoy es un bocadito con dulce de leche Cofler. Y es de esperar que en el futuro, por cuestiones de ahorros de publicidad, más artículos pasen a llamarse así. No hay nada que hacerle, Cofler es el Nestor Kirchner de los chocolates...

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