El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 18 de junio de 2015

♫ Lo que yo quiero... es un Suchard ♫ (1964)


Ya hemos visto mucho en esta página y en otras varias dedicadas a subir publicidades antiguas que en los años 30 la empresa Colgate-Palmolive creó miles de historietitas publicitarias para vender sus productos. Esta vez veremos una historieta similar a esas, casi con la misma trama argumental, pero 30 años más adelante, de mediados de los 60. Una situación no muy distinta a algo que pueda ocurrir en la actualidad, aunque las modas no sean las mismas: un nene escucha una voz que le hace dar ganas de comer caramelos Suchard, los padres le compran una bolsa entera y si la hermana no lo pelea, se lo termina comiendo él solo. Estamos en presencia seguramente de una de las primeras publicidades con ironía incluida, en referencia a cuando el nene anuncia que "dulcemente" le recuerdan que no se lo coma todo él, tirón de orejas mediante. Suchard nació en 1825 en Suiza, y su nombre es el apellido de su fundador, Philippe Suchard. Los nenes que aparecen en los carteles de la publicidad eran los logos de la empresa durante los años 50-60. Siempre que aparecía el nombre, aparecía además esa nena con moño grande. El logo, con esas letras en manuscrita, en cambio, volvieron a ser lo más distintivo de su marca. Durante los años 70 pasan a llamarse Interfood gracias a su fusión con la empresa, también Suiza, dedicada a la fabricación de Chocolate Tobler, de donde obviamente sale el Toblerone. En Argentina esta marca no tuvo tanta importancia como otras dedicadas en el ramo de las golosinas o chocolates, pero sí se le pueden reconocer grandes hitos: haber traído a la Argentina los Sugus, ser la marca paraguas durante los 70 y 80 de Milka y haber traído a principios de los 80 el primer alfajor con mousse del país. Tan importante fue ese alfajor que a pesar de haber desaparecido oficialmente desde 2001 de los kioscos Mondelez (la actual dueña de Suchard) habilitó su regreso en el otoño de 2013. Desde entonces se puede seguir disfrutando, al igual que la tableta de chocolate para taza Suchard, los dos productos que hoy por hoy vienen con esa marca. Hace rato que los Sugus son de Arcor, y la última gran novedad de Suchard fue en 2014, cuando incorporan la versión de su alfajor relleno con dulce de leche. A pesar entonces de que en la actualidad sea una marca con un perfil bajísimo, vale la pena recordar las épocas en la que los niños repetían la frase "Mamá quiero Suchard" para que les compren estas golosinas, una frase que me hace acordar mucho a la de la actual campaña de Bonafide "Lo que yo quiero es un Nugatón"...

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