¿Quién iba a pensar hace unos años que iba a ser un boom el alfajor cuadrado? Cuando hace años Terrabusi sacó el alfajor-cubo fue algo bastante mal visto, pero cuando apareció el dichoso Chocoarroz ya estaba aceptado un diseño así. Tal fue la aceptación y la unión de eso con la marca Chocoarroz que hoy por hoy un alfajor cuadrado es sinónimo de "producto saludable". Hasta las barras de cereales eran acusadas en su momento de "insulsas" por la forma que tenían. Y ante el gran negocio de los alfajores de arroz fueron aflorando copias de distintas marcas, como Cachafaz, Dos Hermanos o Ser. Ya habíamos comentado que la PYME Emprendimientos Joralfa (que nombrecito!), dueña en su momento del Chocoarroz fue vendida a Molinos en 2012. Eso es algo visible actualmente por el sello "Calidad Arroz Gallo" que aparece ahora en estos productos. Y es en este momento que entra en juego un curioso participante, el cual no suele realizar grandes emprendimientos propios en el país, sino traer las ideas ya exitosas de otros lados aquí. Estamos hablando de Nestlé, quienes viendo que el negocio del alfajor de arroz está medio saturado (y luego de seguramente comprobar que los números no le cerraban si se animaban a participar) optaron por fabricar un alfajor con las mismas dimensiones geométricas, pero hecho a base de maíz, es decir de pochoclo. En sus dos presentaciones (Dark y Dulce de Leche) hace su aparición en esta temporada el Nestlé Pop, el único hasta el momento alfajor hecho de este material. Y combinando el dulzor que sabían venir en los caramelos que bañaban los Popkorn de Pepsico junto con un baño contundente, aparece esta golosina bastante rica para mi gusto, teniendo en cuenta que detesto soberanamente el alfajor de arroz. Basándose en el slogan "Basta de Arroz" aparece este producto que ojalá tenga más aparición con el tiempo, lo recomiendo por su muy buen sabor (aunque los celíacos se van a enojar, porque éste sí contiene gluten) y porque se considera liviano al lado de los ahora pecaminosos alfajores redondos, que han quedado bastante relegados en la elección de muchos alfajoreros que desean cuidarse...
El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
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