En todos, o caso todos los artículos en los que Arcor ha metido mano le ha ido medianamente bien, y ese éxito se acerca al 100% cuando pensamos en que muchas veces un producto que en un principio no se vende termina siendo relanzado con ligeras modificaciones y a la larga o a la corta se impone igual. Eduardo Peralta nos recuerda una marca que va y viene en un producto de Arcor que también va y viene. Maprico, una marca que hoy podríamos relacionar con el mundo del chocolate, en algún momento (entre 1994 y 1995) trató de ser impuesta como marca de jugos naturales. Esta marca, contemporánea al relanzamiento de Pindapoy por parte de Molinos (pero sólo de marca, la verdadera fábrica de Pindapoy ya había cerrado en el 92) salió a competir con una campaña publicitaria que con honestidad brutal afirmaba y reafirmaba la extrema naturalidad y calidad de este producto, junto con el slogan "No tenemos nada que agregar" en referencia a los temibles y diabólicos conservantes (u otros agregados) que este jugo, aparentemente no tenía. Pero seguramente, la persona que esté leyendo esto le habrá pasado como a mi, que no puedo saber si este aviso era sincero o no ya que nunca vi ni probé este bendito jugo. Y el no volverlo a ver demuestra que una gran parte de la población le pasó lo mismo. Tal vez, el haber nombrado a Dios fue suficiente castigo como para condenar a este jugo a no tener éxito, tal vez por haber mentido sobre el ser 100% natural de fruta, quien sabe. Igual, no faltaba mucho tiempo entonces para que Maprico, como jugo, desapareciera junto con Verao, la otra marca de Arcor de jugos (pero en polvo) que fue vendida a Kraft. Pero como les dije en un principio Arcor nunca se rinde y en un futuro inmediato lazó los jugos bebibles Yahoo (hoy Poosh), los cuales tienen unos envidiables 10 años de vigencia, junto con los jugos Arcor en polvo, lanzados en 2012 y demuestran que quieren seguir dando batalla en ese terreno. Y en cuanto a Maprico, con detalles que no vienen al caso se convirtió en una marca de chocolates cobertura, Mapricuber, la cual en cada Pascua va teniendo más pauta publicitaria. Esperemos que la próxima vez que un jugo ostente ser 100% natural, esté hablando en serio, o una maldición como la que le cayó a Maprico caerá sobre él.
El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
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