A principios de 1999 y luego de muchísimas trabas y conflictos judiciales con su competidor, P&G logró lanzar en la Argentina el jabón Ariel, que por aquél entonces tenía el apellido "Futur", venia en una botellita blanca en lugar de verde y era importado de Francia. Desde hacía varios años que esta empresa quería imponer en el país el por entonces jabón más vendido del planeta, pero aparentemente Unilever, que lideraba el mercado nacional sin hacer mucho esfuerzo, quiso interponerse para no perder su posición de privileigio. Aparentemente en 1997 financiaron de manera poco educada una campaña publicitaria para los asientos de inodoro de marca Ariel del Plata, los cuales eran verdes como el jabón de P&G, todo supuestamente para relacionar la marca con el sanitario, dificultando la hipotética penetración de Ariel en el mercado. Así las cosas, la llegada de este producto se demoró un tiempo más, y mientras el jabón Duplex ya se llamaba Ace, en el camino apareció su hermanito Ariel. Finalizando aquél año, entonces, fue lanzado este aviso en donde se le agradecía a la población el haber confiado en el nuevo producto y ya que estamos pedirle otro favorcito: también comprar la versión en polvo, que fue lanzada para terminar de abarcar todas las posibilidades de lavado. Con el supuesto rumor de que algunos locales de comercio estaban siendo favorecidos por Unilever para comprar sus productos y no los de la competencia, P&G optó por felicitar a todos los sitios donde se vendía el jaboncito en todo el país, viendo a la desaparecida cadena Tía como una de las responsables del éxito. 15 años después podemos decir que Ariel se encuentra perfectamente muy bien instalado, aunque para su desgracia nunca pudo abandonar la versión en polvo sino que, a pesar de ser una marca Premium, la versión clásica en polvo sigue vendiéndose como siempre y el líquido no abandona su posición de élite.
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