El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

martes, 28 de enero de 2020

Marcas mosquiteras: que no quede ni uno solo!

Entre el calor imbancable del verano y la humedad densa creo que sólo puede haber una cosa peor… que una cantidad considerable de mosquitos cada día planee acribillarte todos los días sobre todo en el momento de intentar conciliar el sueño. Como ya no tenemos ni idea a qué químico tóxico pueden ser ya resistentes los condenados mosquitos de esta era, vamos a tratar de tirarles todos los productos que tenemos guardados para ver cuál los mata de una vez… y buen muertos.

Cómo vamos a desconfiar del insecticida más vendido del mundo: ése es uno solo y es el Flit, el que aunque pase el tiempo se lo sigue echando aunque sea a la gente indeseable. El legítimo era el que traía que traía DDT (como el Saeta de Federal o el Neocid), y aunque suene contradictorio llegaba a venderse como algo que ayudaba a las amenazas de la salud y se consideraba inofensivo. En este aviso de 1942 el soldadito característico está bien presente en una lata amarilla y negra, después vino la lata celeste setentosa con el logo de Esso…

Las casitas Cuca Trap no inventaron nada: ya en 1952 la marca Yale ofrecía su propia vivienda insecticida que era capaz de actuar en 30 segundos pero dejando un “efecto residual” de por lo menos 7 días. Estas casitas no discriminan a los bichos: le dan por igual a moscas, mosquitos, polillas y hasta arañas (aunque no sean insectos y no estén dibujadas en el aviso): al costado está una publicidad de 1975, ya sectorizada por insecto: en esta oportunidad la casa mata cucarachas, las que siguen el resto del año…

Esta publicidad de 1972 sugiere que ya es hora de dejar de querer espantarlos tirándoles con la mano, una paleta, una alpargata o un diario en rollado: hay que pasar a la acción y directamente matarlos con la competencia del Flit de Esso: el Kaen 1000 de YPF, disponible en líquido y en aerosol. La petrolera argentina supo tener varias marcas con el tiempo: primero tenía las latas PyF pero después también el propio insecticida y desodorante de ambientes YPF. Cosas que se perdieron tras la privatización de la empresa…

Esta vez probaremos con un insecticida desconocido para las nuevas generaciones: arranca con K como el anterior y es contemporáneo (el aviso es de 1973) pero se llama Kik, pronunciándose como la Pepsi energizante que se llamaba “Kick” pero se pronunciaba igual. Es demasiado llamativo para los ojos actuales la presentación líquida, tan semejante a una colonia. En algo se parecía, ya que prometía agradable perfume. Esta misma empresa era la encargada de comercializar la marca Neocid. Si no les suena el nombre Ciba-Ceigy es porque desde 1996 se fusionó con Sandoz para crear Novartis…

Un producto hecho y derecho, que promete “mano dura” contra los mosquitos, sin dudas el producto favorito del ingeniero Juan Carlos Blumberg y Carlos Ruckauf. Al Baygon verde contra cucarachas “e insectos rastreros” se le suma por primera vez en 1979 el amarillo matamoscas y mosquitos. A la derecha de todo aparece algo un poco más moderno: tabletas Baygon Gel, del año 1998. Entre ambas publicidades vemos algo obvio: el logo de Bayer que en la etiqueta del medio, que ya es de 2013, no está y en su lugar tenemos el logo de Johnson. Es que en 2003 Bayer les vende las marcas, aunque se quedan con el K-Othrina para cucarachas.

Otro señor insecticida como el Flit, con un nombre bien poderoso y efectivo que es sinónimo de que “mata todo”: es el famoso Gammexane, que en este anuncio de 1977 se encargó de hacer publicar una foto bien cerca de un mosquito con su nombre científico y ya desearle la muerte. Convivió muchos años, así que tuvo varios competidores: el Haroldo el Buda y Efecto de Compañía Química, el Caracol de Federal, el Plagalox o el Black Flag.

En algún momento lo íbamos a terminar nombrando: el insecticida por excelencia en la actualidad, el primer oque se nos viene a la cabeza, gracias a años de permanencia y sus insectos doblados por Pelusa Suero por décadas. En este aviso de fines de 1989 Raid hizo algo atípico para sus campañas: si mandabas dos tabletas con un mosquito dibujado como hizo la señora sorteada, te podías ganar entre 24 gramos y 1 kilo de oro puro. Si creen tener la suerte para ganar algo así, recorten el cupón del diario y esperen al próximo sorteo, en Enero de 1990…

Llegamos a la competencia de los productos de Esso e YPF que antes nombramos: Shell tenía una gran cantidad de productos para el hogar, pero en materia de insecticidas la marca era Shelltox. En este aviso de 1990 vemos toda su línea: tabletas, insecticida en lata para pulverizador (ya algo viejito), aerosol y espirales. La línea “Shell Hogar” se completaba con los desodorantes de ambientes Freshell, enjuague para la ropa Clinsy, lustramuebles BriShell y pastillas para inodoros Teepol. También había quitamanchas, lubricante y limpiavidrios Shell. La concientización de la época los obligaba a decir que ninguno de sus aerosoles afectaba la capa de ozono.

Ambos avisos son de 1994: el de mano izquierda es nuevamente Raid, con uno de sus clásicos dibujitos que yace al fondo de la hoja. Esta vez es el Raid Max, un insecticida concentrado para cucarachas que rinde 2 litros. Del lado derecho hay toda una sofisticación noventera de Fuyí: una especie de casita pero que es para mosquitos, Fuyí Liquimat, un dispositivo electrónico que sólo funciona con el insecticida LiquiTank. Nótese que Fuyí aún no era de Johnson sino de su marca originaria, Osvaldo Rigamonti SA. 

Comentario de 1999 del lanzamiento de una súpertableta de Fuyí que era capaz de durar 30 noches, aclarando también que ellos mismos fueron los pioneros en introducir tabletas insecticidas en el país, aparentemente allá por 1974. Luego de haer funcionado como socios durante un buen tiempo, en 1997 Johnson se queda con la empresa de Osvaldo Rigamonti, incorporando a Fuyí como uno de sus productos. 

Algunos envases de espirales de Raid y Fuyí de los años 2004-2005, demostrando que el progreso permitió que hasta existieran espirales con aromas diferentes al tradicional. Hay uno que está colado: es el Baygon que extermina cucarachas, que es de 2006 y era una caja más ancha. Hasta principios de los años 2000 esta imagen estaría representada por 3 empresas diferentes. En la actualidad todo le pertenece a una sola: Johnson, la “compañía familiar”.

Uno de los productos con el nombre más extraño, pero que a pesar de no ser tan conocidos son igualmente un producto de buena calidad: son los insecticidas X5 de Santiago Saenz (los mismos fabricantes del jabón Veritas, los desodorantes Jardín, el jabón para lavar Borita y los shampúes VO5) en una oportuna foto de 2016 donde salió justo la palabra “Raid” en la tele. A mano derecha están sus espirales: al ser la foto más vieja, ven el cambio en el sombreado de las letras del logo. También hay lavandina X5.

No hay que olvidarse de probar algún producto económico también, para satisfacer todos los bolsillos: entre los poco conocidos encontramos éste, llamado curiosamente ForFait. A pesar del olor a químico fuerte, cumplía su cometido. No tiene ninguna relación con el personaje que creara Mex Urtizberea en los años noventa, pero a pesar de eso no es el único de los baratos disponibles: también está el Selton de Clorox, el Efecto de Compañía de Higiene (antes le pertenecía a Compañía Química), el MosquiTrap de Queruclor y todos aquellos pseudocaseros con citronella…


Yapa final: chiste “de salón” publicado en 1986 en referencia a Raid (en la época que lo fabricaba “ceras” Johnson) en la Revista Humor…

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