Muchas décadas antes de que las redes sociales popularizaran la expresión "desvivir" para sortear la censura, en 1965 la brillantina Palmolive, en su presentación tradicional y aroma lavanda, era capaz de producir que las chicas se desvivieran alrededor del galán del momento que la utilizara, aunque la facha estilo James Bond se vendía por separado.
Una fragancia que realza el atractivo varonil y que realza el brillo natural de los cabellos masculinos fue durante mucho tiempo, por lo menos hasta los años 70, el producto estrella para la estética de hombres de la época. Mientras en el presente Palmolive, asociado siempre a Colgate, está a punto de cumplir 220 años en el 2026, ya no hay intenciones de seguir imponiendo este producto en el mercado sino que van a lo seguro: productos de la estética femenina o de corte familiar clásico como shampúes y jabones de tocador...
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