Hace 45 años una de las novedades para el aula consistía en pequeñas gomas de borrar que contaban con diferentes colores pero una forma bien definida: distintos autos con sus respectivos modelos, entre deportivos y sedanes, que permitían darle un toque de alegría colorida al simple borrado de un trazo. De esta forma, los alumnos más volados y creativos podían borrar sus dibujos jugando con aparentes modelos Volkswagen como un Beetle o un Gol. En definitiva, modelos alemanes al igual que la nacionalidad de la empresa de gomas, ya que Läufer fabrica gomas de las más variadas formas en el país germano desde 1922. Sin embargo, también hubieron diseños de otras marcas, como un Falcon o una F100.
Si bien no se trató de un negocio muy fructífero su incursión argentina, Läufer supo fabricar aquí gomas con cepillito para las máquinas de escribir, gomitas con elementos plásticos y formas de corazón, animalitos, motitos y también lapicitos Flúor que no escribían sino que lógicamente borraban. El nombre del fabricante les puede sonar también por el "Lauferín", un caucho para modelar que intentaba ser el reemplazo de la plastilina. En otros países comercializaron Pitufos-goma que se volvieron coleccionables y la original idea de los "dedos de goma", es decir dedales que servían para dar vuelta hojas rápidamente...
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