Tres aperitivos Made in Nestlé de 1960 para tomar con energías lo que queda del año: primeramente el "alimento vitaminizado" con malta, que no debe confundirse con cacao puro, llamado Milo. Dicho producto reforzador de la dieta, se puede consumir frío o caliente y es para cualquier edad. Distinto del Nescafé, que está abocado exclusivamente para adultos bien activos: de granos brasileros pero pensados para el refinado gusto argentino, y tan concentrado que es capaz de rendir perfectamente y positivamente más de 100 tazas. Finalmente, un artículo más orientado para golosos: la tradicional y nutritiva leche condensada (de la mejor pureza bacteriológica) que para aprovechar sus sabrosos secretos su aviso de hace 65 años incorporaba recetas de postres como por ejemplo los mejores flancitos para que hasta Mamá Cora se luzca...
Y finalmente, una bebida que también existía en esos tiempos en el país pero que en la actualidad sólo se consigue del otro lado del charco: el cacao Vascolet líquido y en botella fue la bebida característica de La Vascongada durante mediados del siglo XX pero en la actualidad es un producto de Nestlé, volviéndose pariente del Nescao y el Nesquik. Desde 1976 la filial uruguaya de la suiza compró a Homero Fernández, una empresa dueña de Bracafé y del Vascolet de dicho país, pasando a ser el responsable de comercializar la marca en todo el mundo excepto la Argentina. Un gran producto para beber junto a una Conaprole bien fresca...
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