¿Cuándo fue la última vez que vieron un aviso de azúcar? Pero no un simple aviso genérico, sino uno que además se dedicara a confrontar con la competencia de los edulcorantes y que eligiera una debilidad de ellos para erigirse como la mejor opción para el consumidor. Allá por 1994 el azúcar Domino (aparentemente sin necesidad de acento) se publicitó de esta manera humorística burlándose del sabor metálico, lo que deriva en decir que se trataría de un producto 100% natural, en contraposición de los endulzantes "modernos" y sus extravagantes componentes artificiales que vaya uno a saber qué generarán en el organismo a futuro. Mejor optar por un producto que se sabe con certeza que equivale a 16 calorías simplemente...
Treinta décadas después la batalla contra todo tipo de endulzantes parece perdida, sobre todo si se tiene en cuenta que en el presente el denominado azúcar Domino tiene exactamente el mismo envase y tipografía que en esos años, demostrando que su mejor estrategia era permanecer conservadores y tradicionales que ir al choque con comparaciones...

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