El verano, esa época donde la pobre piel sufre del Sol y no sabe de períodos vacacionales: hace 55 años la crema Nivea lanzaba esta publi-nota con todo tipo de cuidados para la piel donde lógicamente la conclusión siempre iba a ser terminar usando, tanto para la dama como para el caballero, para el niño como para la niña, aquella latita azul importada de Alemania. Y no solamente el artículo se dedicaba a hablar sobre el típico caso de vacaciones como sol, mar y playa, sino también de lo "peligroso" que iba a resultar para la piel los fríos del Sur, volviendo a la Nivea modelo 1969 un producto indispensable sin importar dónde se vacacionara. También había tiempo para la nostalgia comentando cuando Nivea empezó a popularizarse en los años 20, es decir cuando recién eran jóvenes las abuelas de las lectores de ese momento: lectoras que se preocupaban por su propia piel, les interesaba practicar algún deporte y a su vez la de sus jóvenes hijitos. Y se ve que ya estaban preparados que resultara chocante que a la mayoría de los hombres les inquietara recibir un poco de Nivea, dedicándoles el párrafo "Los feos también tienen piel"...
Aún hoy el tarrito azul de Nivea es un símbolo estético en todo el mundo de fácil identificación pero desde su nacimiento en 1911 hubieron infinidad de subproductos con el mismo color distintivo: por caso tenemos este aviso de 1994 (con la redacción de la época, mitad inglés que todo el mundo debe entender y mitad en castellano pero chiquito) mostrando 3 variedades de cremas de ordeñe que, aunque hayan cambiado su envase infinidad de veces según la moda, siguen en las góndolas pero con todavía más ingredientes modernos como el colágeno, la manteca de karité o el aloe vera...
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