Y también hay opciones para broncearse en estos tiempos aún para aquellos que no quieren saber nada con el Sol: primero por un lado está la lámpara Philips de 1974, "su Sol personal", el aparato encargado de darle todo el año un tostado envidiable y no estamos hablando de comida. Obviamente, si se lo usa correctamente prestando atención al manual de instrucciones y consultando previamente al médico.
La otra opción sería la evolución de una lámpara sí y es algo más conocida para las actuales generaciones: es la cama solar Miami Sun Profi, publicitada en 1992, que en un completo acto de soberbia y arrogancia, en lugar de ser el Sol personal se considera que la tecnología alemana directamente superó al Sol y en sesiones de 15 minutos se logra el bronceado deseado: lo demuestran sus más de 10 solariums y gimnasios que están o funcionando o próximos a inaugurarse...
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