El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

martes, 18 de enero de 2022

Tutuca, la golosina inmortal


Hay tantas golosinas que pasaron a la historia que se las denominan de determinada manera y no se piensa exactamente de dónde vino el nombre, el origen del producto. Aquí vemos uno de los tantos productos que era marca y se volvió un genérico de varios tipos de golosinas y que encima cuenta con la característica de no haber nacido en Buenos Aires sino en Córdoba, como lo demuestra la dirección de fabricación de la Tutuca en estos avisos de 1965 y 1966.
Algo tan simple como el maíz inflado acaramelado (con almíbar obviamente) ya conocido desde las épocas preincaicas tuvo varios padres en la Argentina: por un lado el santafesino y cordobés por adopción Alcides Ernesto Klenzi (encargado por un tiempo de la distribución de golosinas Lheritier) y el cordobés José Fernandez y por el otro Alfonso y Jaime Betancur, de nacionalidad boliviana. Los argentinos se asociaron para la venta en colegios de este producto tan sencillo pero que prendió con fuerza e inmediatamente generó una alta demanda. Automáticamente con la sumatoria de máquinas que tostaban a presión traídas por los bolivianos arrancó la producción a gran escala y el diseño de varias golosinas: además del más económico maíz llamado "piquitos" venían las barras acarameladas más pensadas para los adultos Doraditos y Marroquitos, este último con chocolate. Hoy hasta pueden ser considerados un alimento no realmente muy nutritivo, pero en los avisos de la época se animaban a decir que eran productos muy saludables.  
Pasaron sus años de esplendor y Alcides tras haber vendido la fábrica (su página web Mundo Tutuca ya está inactiva) además de dedicarse a dar entrevistas para seguir hablando de su creación fue uno de los fundadores del parque infantil Pekos. En la actualidad numerosas empresas comercializan tutucas como Guegos, JuliCroc, Manisur, Nikitos, Tunki, Burbujas, Grandiet y Egran, estos últimos siendo de las pocas que utilizan el nombre Tutuca en sus envases y ofreciendo varios sabores en sus caramelos: coco, chocolate, miel o hasta fortificadas con hierro. No son las únicas: también la marca La Franciscana ofrece maíz inflado marca Tutuca y hasta con casi la misma tipografía de aquellos avisos de los años 60.

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