Mucho más atrás en el tiempo, antes de los impersonales take-away y los prejuicios sobre el contenido nutricional de un alimento, las cafeterías tenían mucho más que simplemente bebidas y por eso se denominaban apropiadamente "confiterías", llenándose de todo tipo de golosinas y cosas ricas.
Corría 1964 y la ya famosa Bonafide invitaba a sus lectores a concurrir a la Gustifiesta: se trataba de muestras gratis de caramelos, chocolates y cafés (pero parece que no alfajores) en los propios locales para correr la voz de su calidad y distinción. Y se sabe que la golosina regalada tiene un sabor diferente a la comprada. Ni siquiera hacía falta ser mayor de edad para entrar y formar parte de la fiestita. Todo adornado con las correspondientes y coloridas guirnaldas de cumpleaños, un ambiente que tarde o temprano algo de mareo debe haber generado.
Para terminar de idealizar este momento: las empeladas del local habrán sido amables con los clientes? o serán como la mayoría de los empleados actuales que tienen que andarse disculpando a cada rato porque lo que estás por pedir ya no lo tienen?
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