El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

sábado, 25 de julio de 2020

Los tiempos supersónicos


Un día como hoy pero del 2000 se producía un triste acontecimiento: por primera vez en su historia, el denominado avión supersónico Concorde (joya de la aviación británica-francesa) sufría un accidente fatal en París lo cual derivaría en acelerar lo que ya estaba escrito, es decir su retirada de los vuelos.
En la primera foto veremos una nota de 1964 de la revista panorama en donde ya se comentaba lo increíble que representaba volar en un avión que rompía la barrera del sonido dos veces: a pesar de que ya se estaba diseñando, no voló oficialmente sino hasta 1976, tras haber volado en período de pruebas desde 1969. A pesar del entusiasmo de la publicación, la ruta Buenos Aires - París utilizando este sofisticado avión no fue demasiado frecuente y si bien en 1971 Argentina y Brasil planeaban adquirir este tipo de aviones, la salida simultánea del famosísimo 747 ayudó a que su popularidad no fuera explosiva.
La siguiente infografía corresponde a la revista Genios de 1999, cuando a pesar de más de 20 años en funciones el Concorde se seguía considerando una maravilla de la ingeniería y un objeto de prestigio y culto. Excesivamente caro y ruidoso, eso sí, pero que valía la pena experimentar y contar el resto de tu vida. El accidente que mencionamos al principio fue el único de su historia, pero respondía a lo que se consideraba históricamente un error de diseño no corregido: una chapa que quedaba de un avión anterior fue pisada por el Concorde al momento de su despegue, y terminó reventando sus neumáticos impactando uno de ellos en su depósito de combustible, encendiéndolo en pleno despegue hasta su deceso final metros más adelante.
El defecto de tener su depósito de combustible tan vulnerable a este tipo de accidentes junto a su elevado costo de mantenimiento precipitaron que para el siglo XXI el Concorde ya fuera considerado como un avión viejito ideal para jubilar, dejando de volar oficialmente en 2003. Y aún hoy no hay ningún avión igual.

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