El día de ayer fue el aniversario 20 de cuando se estrenaba
en la Argentina una de las últimas películas de García Ferré: Corazón las
alegrías de Pantriste, ni más ni menos que la primera película del creador de
Anteojito realizada por computadora (proceso renegado por parte del dibujante)
y la cual fue comenzada a producir apenas se terminó Manuelita, y en gran parte
por el éxito descomunal de ésta última, las dos en coproducción con Telefe. El aviso que aquí vemos lógicamente
apareció semanas antes en la revista enemiga de Billiken para empezar a
preparar al público.
La tierna historia de este niño triste y solitario (hijo de Panduro y Pandulce) que era
obligado a ser leñador pero que en realidad buscaba ser músico se convirtió en
un gran éxito de taquilla y se subió al podio de las películas argentinas más
vistas de ese año junto a Papá es un ídolo y Nueve Reinas y dejando bien el fondo de la convocatoria a "Los Pintín" de sus competidores auspiciados por Canal 13. Además, junto a Titán AE y Dinosaurio, integró cartelera solidaria por una iniciativa del Gobierno de la Ciudad de Bs As: los chicos podían ir a verla llevando un juguete para donar. Pero a diferencia de todas las anteriores, la historia del pariente de Hijitus está bastante olvidada en
el tiempo y no se la recuerda… por qué será? Ya sé, no me digan nada, la
pregunta se contesta solita: a exactos 29 días del estreno de la película, el
personaje se había difundido tanto que para unos chicos de un Colegio de Rafael
Calzada era el mote perfecto para cargar a uno de sus compañeros… a un punto
tal que dicho día arribó a la escuela con el arma de uno de sus padres y
asesinó a tiros a uno de sus acosadores e hirió a otro. El caso conmovió a la
sociedad y sirvió como antecedente para crímenes del mismo tipo años
siguientes, aunque nunca en comparación a las masacres estadounidenses.
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