El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

domingo, 17 de noviembre de 2019

La revista sin fin: Billiken 1919 - 2019

El 17 de Noviembre de 1919 caía lunes y salía la primer Billiken a la calle, con su muy recordada y repetida tapa. Van a costar escribir estas líneas de parte de un anteojista de ley, pero se va a hacer el intento. Porque hasta las creaciones de García Ferré tuvieron su lugar en esa revista primero antes de dar de salto independiente, y su permanencia y vigencia hasta la actualidad es innegable y no se puede ignorar a la hora de hablar de revistas infantiles argentinas. Ya sea porque le digan “el” o “la” Billiken, esta revista sin ninguna duda atraviesa la historia de muchas (demasiadas) generaciones de todas las edades.
Una revista que cuesta mucho no ubicarla, no conocer a alguien que la haya leído. Aunque sea, que haya escuchado haberla usado para reírse de un político, cuando dicen “éste ni siquiera hojeó la Billiken”. Y a partir de ahí arrancará una eterna polémica, la que le cabe a todas las cosas que duran tantos años, y más si era un medio de comunicación: qué tan pedagógica y política era? Qué tan acomodaticia fue según los gobiernos militares o democráticos? Hasta qué punto lo que enseñaba era más bien una intención de moral y orden de corte conservador? Muchas preguntas y debates que hace años le corresponden por igual a todos los productos de Editorial Atlántida que, tal cual se escribió de ella hace unos meses, sigue existiendo con apenas el 1% del poderío y popularidad de otras épocas, y teniendo ese nombre casi de fantasía.
No siempre se lo refexiona, pero en la niñez además de los clubes de fútbol, los programas de radio o tevé, las golosinas del kiosco y las marcas de ropa, útiles y juguetes la revista infantil era también una posición ante la vida. Casi que con decir que se leía (o se pretendía leer) estaba escondido el diseño ideal de futura persona adulta. No por nada hemos dicho que cada revista fue, a su manera, como el pequeño partido político de cada niño, al que se defendía de la manera más fuerte posible. No daba lo mismo sus regalos, sus troquelables, sus historietas, sus cuentos, los eventos que auspiciaba. Al mismo tiempo, es algo difícil de explicar pero bien real lo que se experimentaba al hojear una revista que era “de otro bando”: era como estar en casa ajena, con ídolos ajenos, con ideales ajenos. Y nunca se tuvo un buen perfil de alguien que le daba lo mismo comprar todo tipo de ediciones de cualquier revista como si fuera una muda de ropa, de la misma manera que algo sospechoso recaía sobre quien predeciblemente seguía eligiendo la misma revista de manera demasiado similar a sus padres, abuelos, tíos, hermanos…
Billiken siempre fue un producto alegre: al igual que sus publicaciones contemporáneas, en sus primeros años con una felicidad muy bien establecida en los ámbitos de la rectitud y el ser nacional, con el paso del tiempo esa rectitud se afloja y le va dando paso a otros pensamientos y cuestionamientos: el color, los productos que llegaban de afuera, la rebeldía, la importancia de una personalidad, los deportes, la ecología, cómics en lugar de cuentos, enciclopedias en lugar de aburridos libracos sin dibujos, las cartas y dibujos de lectores, toneladas de figuritas, más ídolos teen y menos próceres. Ídolos de toda índole (El Gordo y el Flaco, Alberto Olmedo, Narciso Ibáñez Menta, El Chavo, Los Pitufos, los artistas de Canal 13 en los 70 y de Telefe en los 90) pasaron por sus hojas posando con algún ejemplar o simplemente el logo, que en tantos años de vida tuvo millones de modificaciones sin perder su esencia de ser un producto infantil. No es fácil haber manejado tantas generaciones pero parecen haber tenido una experiencia que muy difícilmente se pudo transmitir a otras publicaciones de la región.
Casi nunca fui de comprar números de Billiken, pero en los últimos años de primaria en un espacio muerto entre el almuerzo y el comienzo de las clases de turno tarde mataba el tiempo leyendo el revistero de recortes que tenía la escuela: ahí siempre estaban las Billiken, con sus miles de dibujos, chistes y datos escritos hasta en los márgenes. Era clara esa sensación de estar visitando la casa de un compañero de clase, con otra cultura a la que estaba acostumbrado. Un perfil de chico canchero (casi pedante), muy abierto al conocimiento y el estudio, pero a un nivel justo antes de rozar lo nerd o simplón. Un vivo bárbaro que le caía bien a todos por atorrante pero que conocía los límites de la civilidad y las buenas costumbres.
A principios de este año saltó efusivamente la noticia de que dejaba de publicarse: de repente, centenares de personas que hace tiempo no tenían idea de su paradero o bien ya la tomaban por desaparecida expresaron en redes su tristeza por la noticia. Ya estaba siendo velada a cajón cerrado, como le había pasado al Diario La Razón, al Diario Buenos Aires Herald, a la revista El Gráfico (antigua pariente suya), a la revista Semanario o al suplemento Sí de Clarín. Sin embargo, un poco de esperanza surgió en aquél momento: la misma revista salió a aclarar que estaba lentamente migrando a un nuevo formato, pensando perdurar por mucho tiempo más. Es que la realidad es innegable: las nuevas tecnologías ponen en jaque este tipo de publicaciones en todo el mundo, en donde se digitaliza o se agoniza de manera muy melancólica. Y si pudo con tantos embates económicos, Billiken se siente confiada de poder en esta época también. En el futuro veremos si logran su cometido de seguir siendo sinónimo de publicación educativa y recreativa para niños o un simple recuerdo, o si perderá la pulseada contra youtubers educativos.
Lo que viene aquí es un legado envidiable, que cualquier otra revista quiso hacer y pudo hasta cierta etapa: de Billiken se puede seguir diciendo mucho, pero justamente no se la puede ignorar. Y su archivo y su historia estuvieron siempre presentes: con el correr de las décadas sus ediciones especiales dedicadas a ellos mismos ayudaron a consolidar su pasado, no dejándolo nunca atrás a pesar de las modas. Es por eso que logramos recolectar lo mejor que pudimos esta gran cantidad de imágenes. Algunas corresponden a publicidades en otros medios de la misma editorial, otras son artículos conmemorativos o recopilaciones echas por números de aniversario: a veces la situación dio para libros aparte, otras veces algunos párrafos y no mucho más. Verán muchas veces las fotos del primer número, muchas veces el Nombre Vigil, muchas veces el recuerdo a Lino Palacios, muchas veces el origen del nombre, muchas veces kilométricas estadísticas sobre el papel utilizado y la de veces que se da vuelta al mundo, muchas veces dibujos de tortas con globos y serpentinas, muchas veces al Mono Relojero, muchas veces a La Hormiguita Viajera, muchas veces a nuestro próceres, muchas veces la intención de arrancar nostalgia y emotividad a pesar del paso del tiempo. Se ha tratado de ser lo menos redundante posible, omitiendo veces en las que se repitieron fotos sobre el mismo tema.
Estaremos aquí contemplando este pasado y preguntándonos cuánto realmente de futuro hay por delante, o si lo mejor ya pasó. Esperaremos aquí también un futuro mejor (como el que tantas veces prometieron en números de año nuevo o regresos a la democracia) en donde podamos ver reconciliaciones con publicaciones otrora rivales: alguna vez que se acuerden de Anteojito, donde respeten otros proyectos como La Nación de los Chicos, Disney Explora, Cosmi-k o Humi, donde hasta tenga lugar algunas ideas más aburridas como Tintero, Alfabeto, Croniquita o AZ Diez… pero eso sí, no se les ocurra invitar a alguien de Genios porque se arma.

Años 40: A simple vista pareciera ser la foto del primer número, pero no es más que un facsímil: esta reedición ocurrió para el aniversario 25 de la revista, es decir en 1944. Una idea similar ocurriría para sus bodas de oro, en 1969. Esta vez sí se contó con una editorial escrita directamente por Constancio Vigil, muy poética y pedagógica. Tras su fallecimiento en 1954, se fundaron numerosas escuelas con su nombre. Además del contenido habitual, se colaban notas sobre cómo se hacía la revista, estadísticas y publicidades como la leche Vascolet o el dentífrico Cum, ya reseñados en esta página en otras épocas:






Dos avisos de Billiken de los años 60: el primero de 1964 y el segundo de 1969. Los primeros años de competencia con Anteojito, su rival más querido. Billiken no fue la primera revista infantil (esa se llamaba Pulgarcito, y también la hizo Vigil) pero tantos años de vida la hacen irremplazable.


Avisos publicitarios de 1971 y 1973. Los regalos y troquelables no eran su especialidad máxima, pero Billiken se las rebuscaba: uno de sus grandes fuertes era la publicidad que se manejaba, teniendo las “primicias” de las películas y series de cada época. En esta década El Mono Relojero (guionado en algunos capítulos por Enrique Pinti y homenajeado por Kapanga en una canción) se hace popular y no se despega más de la revista.


Publicidad de 1975 sobre el Circo de Billiken que se montaba en Necochea. Se mencionaban más personajes de cuentos de Constancio Vigil vueltos historieta, como la Hormiguita Viajera o Misia Pepa. Semejante evento ameritó la creación de una publicación especial y hasta de un LP. El personaje de García Ferré Pi-pio junto a Calculín estuvieron presentes en ediciones anteriores de dicho circo…


El cambio constante de contenidos y no sólo de logo, lo que le permitió a Billiken subsustir a pesar de todo. Es lo que prima en este aviso de 1977 donde, acorde al clima de época, Billiken recomendaba al padre lector echarle un vistazo a la revista sin ninguna preocupación por lo que allí se publica, ya que será material seguro. 


Publicidad navideña de 1978. Además de muchos regalos y artículos conmemorativos, la cuestión comercial de la festividad prima por sobre lo religioso. Ése fue el espíritu de supervivencia primordial de Billiken: lo comercial y sustantable por sobre todo, para no caer en el olvido de los consumidores y avisadores. Algunos verán en ese espíritu un rasgo muy conservador, predecible, poco arriesgado…


Años 70: para el aniversario 60, en 1979 Billiken edita un muy interesante libro, del que reproducimos solo algunas imágenes, y así y todo sigue siendo bastante. Se trata del ejemplar de esta colección que mejor pudo interpretar la idea de futuro y pasado: gran cantidad de fotos y artículos de antaño, separados por década y hasta con avisos representativos. Veremos así publicidades del Kelito de Noel, de la golosina Capitan Kid de la misma empresa, el cacao Toddy, la sal de frutas Eno, las galletitas Manón, medicamentos Bayer y el chocolate Águila, entre muchos otros juguetes y libros. Además se pueden ver hasta los avisos en diarios anunciando la llegada de Billiken en 1919:























El 14 de Septiembre de 1984 es asesinado Lino Palacio, considerado el ilustrador más incónico de Billiken entre los años 30 y 60. Fue así que para la edición 1000 de revista Gente, ya publicada en esta página, hubo en especial recordatorio para este artista, publicando algunas de sus tapas más famosas. 


Años 80: un muy colorido y optimista número, acorde a la primavera alfonsinista, aparece en 1984 para el aniversario 65. No se ve bien, pero el número de la tapa es dorado. Será la edición donde más detalladamente explicará el origen de su nombre, por medio del mito popular que conoció un norteamericano dando origen a los muñecos Billy Kent. Será una época agresivamente atravesada por los Pitufos, quienes aparecerán en pósters, historietas, anuncios de merchandising y hasta troquelables. La entrevista a su creador Peyo estaba más que justificada. El póster central era de Mario Sapag y hasta el enigmático de Lock Olmo estaba centrado en el aniversario:









La crisis hiperinflacionaria de fines de los 80 no es ajena a la situación de Billiken, y por eso en 1988 (año del aniversario 70 de Atlántida) publican este aviso confrontativo donde se escudan en su precio justo para avalar todo el material educativo y recreativo que ofrecían. Otra vez el cambio y la renovación para las nuevas épocas como excusa para seguirla eligiendo.


Tapa de Billiken de 1992 con Bart Simpson como protagonista. Esta época será marcada por todos los productos audiovisuales que se compartían con el Canal 11, flamante nuevo integrante del Grupo Atlántida. Veremos entonces seguido a Arturo Puig, Pablo Rago, Cris Morena, Romina Yan, Guillermo Francella, Ricardo Darín y por supuesto, a todos los personajes del mundo de Disney, Leonardo Greco incluido. Numerosos VHS con dibujos animados llegaron en esta época.  


Años 90: para el aniversario 80 se editó este libro especial, donde además de hablar sobre la evolución de la propia revista se pone énfasis sobre los cambios culturales que sorpendieron a los niños de cada generación. Nuevamente se hace una separación por décadas y felicitaciones de numerosas empresas, como Telefe, Telefónica (nuevo socio de Atlántida, quien se quedará con el canal 11), los cereales Kellog’s, la historieta auspiciada por la AFIP y hasta una nota publicitaria de los alfajores Guaymallén, con sus propios avisos retro y una visita por su fábrica. Ya se hablaba sobre la absoluta seguridad de que Billiken seguirá en el futuro, y sorpesivamente hacen una predicción acertada sobre leer la revista en algo parecido a una Tablet. 






















Años 2000: Luego de la gran crisis de 2001 y sin Anteojito enfrente, Billiken se arriesga a pelear su liderazgo con Genios, la tv por cable y la molesta Internet. Este número de 2004 conmemorativa al aniversario 85 ya muestra los cambios de adaptación al nuevo milenio: no hay editorial emotiva, sólo datos sobre Los Simpsons, personajes de Cartoon Network, Britney Spears, Christina Aguilera o Erreway. Así y todo, sobrevive a la purga nuevas ediciones de los tradicionales cuentos del Mono Relojero, Misia Pepa y la Hormigita Viajera, aunque se los empieza a ver sepia al lado de otras creaciones más nuevas. Hay saludos de Coca Cola y Sancor, además de tapas históricas y una invitación a la muestra que se realizaba en el Centro Cultural Recoleta. Y en el medio, hasta un aviso de Magic Kids de yapa:















Recorte de la mencionada muestra para el aniversario 85 de la revista, publicado en La Nación.


También en 2004 podías gastar un poco del crédito de tu celular bajando los exclusivos ringtones de Billiken: algunos hits de la época, horóscopo y chistes para llenar tu celular de onda... 


Publicidad de un número más de Billiken en 2005, con los infaltables fascículos de enciclopedias e historietas de personajes conocidos de la tv. Floricienta también apareció bastante en esta revista, llegando a convocar hasta un casting para apariciones especiales en su segunda temporada…


Años 2010: en una época donde las revistas infantiles van desapareciendo sin decir adiós, se convierten en meros suplementos de otras revistas o se limitan a regalar cosas referentes al producto de moda para subsistir, ahí sigue Billiken (ahora mensual) quien no puede escapar a este colapso y casi que desaparece, para pesar de muchos ex lectores. Le da la nafta y publica en Octubre de 2019 la edición especial por el aniversario 100: mucho más acotada que todos los festejos anteriores, una sombra del pasado apenas. Se comenta el Billi-Fest llevado a cabo en  septiembre, se sigue recordando al “Campeón de la Temporada” del primer número, vuelven a nombrarse lectores destacados como Olmedo, el Chavo o Antonio Berni (ya no sale el locutor José María Muñoz, que sí salía en la edición de 1979), más tapas históricas y un curioso final “abiero”, por así decirlo: su última página es la publicidad de su canal de Youtube. Saldrán más números en papel o todo quedará en esa propuesta de volverse youtubers, comentando curiosidades escolares y reseñando sobres de figuritas? El tiempo lo dirá…













Esta última foto fue sacada durante 2019 antes de enterarnos de la salida de un número aniversario, pero igual es una curiosa imagen sobre la actualidad de la revista: en la Feria del Libro de Rawson (San Juan) se vendían enciclopedias de antiguas ediciones de Billiken, incluso de hace más de 10 años, es decir antes de producirse el último cambio de logo. Entre medio de publicaciones variopintas, descansan algunos ejemplares de la revista infantil más importante del país, a un precio seguramente más bajo que lo que costó cuando se conseguían nuevos y había que comprar la revista obligadamente...

2 comentarios:

  1. Excelente megapost!

    ¿Actualmente (2019-2020) existe alguna revista infantil, tanto nacional como extranjera?
    Es que a medida que uno fue creciendo, perdió contacto con este tipo de publicaciones, y al no tener hijos o niños pequeños en la familia, mucho más.

    Por otro lado, estaría buenísimo ver datos de ventas anuales de cada revista infantil.

    Gracias.
    Martín de Burzaco.

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  2. Quisiera poder conseguir la mayor cantidad de Revistas Billiken en formato digital.

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