El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 29 de agosto de 2019

Siempre Volver al primer amor

No queríamos que se nos pase Agosto sin mandarle un saludo por su 25 aniversario al canal que más atención le hemos querido dar del Grupo Clarín: el canal de cable Volver, aquella polémica señal que entre lo que propuso en los papeles y lo que logró al aire en cuarto de siglo dista en muchos casos de ser algo sobresaliente.
El concepto de Volver nace en realidad en 1992, cuando el Grupo comienza a recolectar y restaurar películas antiguas argentinas junto a lo que consideraba valioso de la historia televisiva de su reciente adquisición, el canal 13 de Buenos Aires. A medida que fueron disponiendo material fueron llenando las horas del mediodía de los fines de semana de su señal con aquellos films de su catálogo que estaba en pleno proceso de expansión. Finalmente en 1994 (el mismo año de lanzamiento de Todo Noticias y TyC Sports) nace la señal Volver con el slogan “el canal que se lleva en un rincón del corazón” y siendo inicialmente una marca exclusiva de Multicanal, el cable propiedad del mismo Grupo. Walter Sequeria, el director de fílmicos del canal, había vuelto fascinado de un viaje a Estados Unidos en donde conoció el MT&R (Museo de Radio y Televisión de Nueva York) en donde se podía ver el capítulo de la serie estadounidense que se quisiera, sin importar la época. Al plantearle a sus jefes la idea de hacer algo similar en el país, ésta se fue transformando hasta volverse algo mucho más redituable: en lugar de un museo real, un “museo en vivo permanente”, o sea un canal de cable.  


Las dos primeras fotos corresponden a pósters promocionales de 1997, en donde se pueden ver gran cantidad de figuras que sabían pasar repetidamente por los horarios del canal: José Marrone, Alberto Olmedo, Pepe Biondi, Luis Sandrini, Minguito, Tato Bores, Carlitos Bala, entre otros. A esas alturas la identidad del canal estaba bien identificada: películas de los años 50 hasta los 90 en una calidad medianamente aceptable junto aciertos ciclos que pudieron sobrevivir al pasado. A diferencia el mencionado museo newyorkino, en la Argentina no había existido nunca una cultura de resguardar el pasado: sólo se guardaba cierto material, el cual no solía estar alojado en las mejores condiciones. Los soportes en donde estaban alojados dichos programas solían reutilizarse para programas nuevos ya sea para abaratar costos o, en épocas de estatización de canales, por internas entre diversas gestiones políticas y militares. De lo poco que no se habían llevado los mismos artistas protagonistas o no se habían perdido en un incendio o robos particulares era lo que Volver cazaba: inicialmente los demás canales abiertos de Buenos Aires no tuvieron problemas en ceder material pero luego, viendo que podían capitalizar su contenido en productos propios o venderlo al mejor precio a productoras independientes es que comenzaron a cerrarse o pedir precios irrisorios. A su vez, de los sueños iniciales de buscar todo tipo de programas ya empezaban a aparecer figuritas difíciles, sobre todo en la tv de los 60 y 70.


Es así que a los pocos años de existencia, el proyecto Volver se empieza a estancar: el material conseguido inicialmente se estaba volviendo (irónicamente) viejo para seguirlo repitiendo y no aparecían cosas “nuevas” como antes. Y va apareciendo progresivamente un problema inesperado, y que siempre en la historia oficial del canal queda oculto: las quejas de la comunidad artística por la emisión de ciclos en los que han participado y no se les paga nada. Así como lo ven, no estuvo en los planes de Volver ese temita: sólo se pagó por única vez a la Asociación Argentina de Actores en el 94 para dar origen al canal, y luego nunca más. Aparecerían entonces juicios de familiares de artistas para que ya no se emitiera tal o cual programa: el caso más famoso fue el de la familia de Pepe Biondi pero también ocurriría con Joe Rígoli, Ilda Arce, Ricardo Bauleo, Luis Mazzeo o José Díaz Lastra. Así las cosas, llega una noticia peor, aunque no sorprendente: el canal no es rentable. Aunque haya comenzado sin emitir publicidad, la idea de mantener 24 horas este tipo de material no es redituable para sus dueños. ¿Cómo hicieron para subsistir varios años más hasta la actualidad? Parte de la respuesta está en la siguiente imagen, de 1999…


Para ese entonces, se decide que con tal de mantener lo poco que se hace por el recuerdo de la tv, lo mejor es que ciertos horarios de la programación también aparezcan ciclos de otra temática, no necesariamente tan “retro” como lo inicial: El Acomodador, Volver Rock, Volver Tango, recitales emitidos bajo el nombre de Puerta V o emisión de eventos especiales como los Martín Fierro de Cable o los FundTV. De esta forma tal vez poco elegante, se sigue adelante, pero tampoco mucho más. Llegarían las sucesivas reglamentaciones (un decreto de intención en 2006, la reglamentación de la Ley del Intérprete en 2008, un fallo de la Corte Suprema en 2011 y la confirmación de dicho fallo en 2015) que obligaban a pagar por las preciadas repeticiones y la obligación se fue haciendo ineludible… o más o menos.
Llegamos a su presente, en donde si bien las repeticiones son demasiado recientes (basadas principalmente en tiras de Pol-ka) o sólo pertenecientes al mismo canal 13, por lo menos se ha reorientado la identidad del canal a volver a ser plenamente de material nostálgico: se produjeron programas de archivos como El Gran Álbum de la Tele o 1002 momentos, y de entretenimientos como Volver a Cantar, Volver Pregunta o Desafío Volver. Serán repetitivos los nombres, pero concuerdan 100% con la idea original del canal. Además, ya nadie se desvive por pedirle a los canales de la competencia que hagan un simil Volver para competirle: simplemente se dedicaron a subir sus programas completos a Youtube, y eso se agradece más aún que haber hecho un canal.


Etapa traumática en Volver: allá por el período 2014-2015, se ven obligados a hacer efectivo el pago por repeticiones. Para salir del paso, Volver levanta una gran cantidad de "nuevos" programas estrenados como Mañanas Informales, 360 todo para ver o Sábado Bus y los reemplaza por... latas extranjeras! muchas de las cuales ya se habían repetido a rabiar en el canal Magacine, del mismo grupo. Además de la llegada de estas latas, Volver camia de slogan por razones obvias: deja de denominarse "el canal argentino" para decir simplemente "Viva Volver!"

Gran parte de su vida a Volver lo caracterizó el color azul y una estrella, desde 1995. Increíblemente, en 2014 cambiaron al violeta haciendo un logo como el que vemos arriba. Al año siguiente hicieron desaparecer dicha estrella y regresaron al logo con letras blancas, como en sus primeros tiempos, como lo demuestra este aviso con una película con Julio Chávez. Además de las críticas por no pagarle a los artistas o repetir siempre lo mismo, varios desarrolladoress también le cuestionaban al canal que sus gráficas eran demasiado modernas para un canal retro... 

Que tengas un feliz cumple, viejito nostálgico. Probablemente todos los que nos ha gustado la idea de recolectar cosas del pasado (como esta página) te hayamos tenido de referente, y eso no quita que en más de una oportunidad nos hayas hecho pasar vergüenza por el tipo de programas que repetiste, o por su alevosa cantidad de repeticiones. Fuiste un exagerado cuando dijiste que ibas a desaparecer por la Ley de Medios y seguís clavando el visto a muchos de los que te reclaman algún pago, pero así y todo seguís siendo el patrimonio audiovisual privado más grande de Argentina. Mandale saludos a Carlos Gardel y Alfredo Le Pera por haber creado tu nombre (aunque la generación a la que te estás dirigiendo tal vez cree que te llamás así por la película de Penélope Cruz), aunque no lo digas muy fuerte porque a lo mejor también vas a tener que pagar por todo eso…       

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