El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

domingo, 4 de agosto de 2019

Colesterolísimos (2009)


Allá por el 2008 llegaba a la Argentina un integrante nuevo a la familia de lácteos sofisticados y ultra tecnológicos que Danone venía trayendo para La Serenísima. Tras el éxito del Danonino, del Danette, el Activia y el siempre polémico Actimel (tiene sustento científico o no?) llegaba el Vidacol, la versión criolla de la marca internacional Danacol.
Si bien ya existía un producto similar hecho por Mastellone (la leche Serecol) esta pequeña botella probiótica “actimeloide” prometía reducir la absorción de colesterol con sus componentes llamados fitoesteroles y contribuir así a la ansiada expresión comercial de reducir el colesterol malo. Fue presentado por una ambigua publicidad en donde una mujer le recomendaba el lácteo a su esposo luego de toda una típica recorrida publicitaria por los espacios comunes de los medicamentos para del corazón: hubo quejas de parte de las farmacéuticas de que estaban tratando de vender a Vidacol como medicamento cuando claramente no lo era, constituyéndose un delito al Código Alimentario Argentino. Impedía que se absorbiera el colesterol desde la alimentación, pero no reducía el que ya se tenía en el organismo, un objetivo que se intenta cumplir con varios cambios en el estilo de vida junto a medicación notoriamente más costosa que el mencionado lácteo, el cual debía tomarse ininterrumpidamente durante 3 semanas para comenzar a generar los cambios esperados.
Tras este traspié hubo comerciales más efectivos y recordados, como los protagonizados por Carlín Calvo o Alberto Cormillot.
Aquí tenemos un aviso de 2009 donde es protagonista el sabor frutilla, pero también estaban disponibles desde su lanzamiento el gusto vainilla y multifruta. Bajo el nombre Danacol, a lo largo del globo se consiguen las variedades lima limón, frutos rojos, mango con papaya, cítricos, ananá y hasta deslactosada. En el aviso se aclara que debe tomarse sí o sí uno por día con un símbolo de un corazón… eso no les recuerda a la Aspirineta, otro medicamento?
Como dato de color, en España existen tostadas que se comercializan bajo el nombre de Vidacol de Recondo, que casualmente también promete reducir los niveles de colesterol…

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