Llegó la hora de comentar algunos
de las novedades que han aparecido en las últimas semanas en el mundillo de las
golosinas nacionales:
La marca Maizena de Unilever es bastante
bien conocida y casi no necesita presentación en el mundo de la cocina: se
utilizará mayoritariamente para hacer alfajores pero es un ingrediente bien
conocido y que está presente en muchas recetas modernas. Así y todo sigue
teniendo ese aspecto de marca “de abuela” y las últimas campañas en donde
siempre se hablaba de tiempos nostálgicos no ayudaban mucho a traer a Maizena
al nuevo siglo. Debe ser por eso que ahora se han animado a modernizar el
nombre sacando nuevos productos para las nuevas generaciones de veinteañeros,
bautizada “Buenas Semillas”: por un lado una serie de premezclas con los
tradicionales bizcochuelos pero también con muy ricos brownies. Además del
gancho de incluir semillas son productos sin gluten. La cosa no termina ahí:
también han aparecido bolsitas de semillas con granola, manzana deshidratada,
pasas de uva, pera, canela, miel, etc. La nula publicidad por medios
tradicionales de estas “golosinas saludables” demuestra el tipo de público al que
apuntan estos lanzamientos. ¿Lograrán la reconciliación generacional o reconfirmarán
que Maizena es una marca vieja que se quiere hacer la pendeja?
Un largo camino han recorrido las
galletitas Dale de Dilexis: aquellas que aparecieron en la década pasada como
competencia de las Polvorita con sabores chocolate y vainilla, pero que tras la
compra de Pepsico sufrieron un cambio interesante en su receta (se volvieron
más ricas y la forma de la galleta pasó a tener una mejor terminación: ya no te
raspabas con las impurezas de los boredes de las tapas) y pasaron a venderse en
un paquete largo tipo galleta brasilera. En 2018 al volver a venderse la planta
sanjuanina (esta vez a manos de Tía Maruca) era evidente que iban a tener un
nuevo cambio: esta vez pasaron a ser las galletas estrella del nuevo surtido
Dale. Dicho surtido, claramente más accesible que el de las grandes marcas,
trae una variedad aceptable: unos anillos que si bien se les desborda el glacé
no están tan feos y unos simil “copetes” y “gota larga” ideales para mojar en
café con leche. Mención aparte para esas cuadraditas con una espiral en el
medio: las de chocolate se venden aparte en un paquete violeta… acaso alguien
puede llegar a confundirlas con las Chocolinas? quién sabe…
Le guste a quien le guste, hay
que decirlo: la Navidad terminó hace rato. No obstante, la gente de Arcor no lo
quiere reconocer y sacó hace poco este paquete con motivo navideño con cereal
bañado en chocolate cobertura bastante aceptable para aportar energías. En
ningún momento se llegó a ver en su correspondiente época, así que no sabemos cómo
etiquetarlo: si es algo verdaderamente navideño que se vende ahora porque quedó
un remanente de Diciembre o si es algo nuevo-nuevo. El cereal hojuela tipo
Zucaritas es el mismo que se vende bajo el nombre del Oso Azuroso, ése que
salió en 2017. Aunque sea un producto difícil de meter en la rutina alimentaria
(qué es? algo para desayunar? merendar? comer de postre? picar a cualquier hora?
ponerlo en una mesa dulce? recibir año nuevo?) es bastante recomendable de
probar: no los volverá locos su sabor pero puede ayudar a pasar algún momento
en el que anden con ganas de suplir un antojo de chocolate con algo crocante.
Al margen de los comentarios
políticos, está apareciendo últimamente una marca de gomitas que vale la pena
curiosear: se llaman Vidal y vienen de España. Estas gomitas, que por ahora
sólo se han visto en paquetes grandes de supermercado, traen una gran cantidad
de colores y formas: rodajas de sandía, el bastón rojo llamado regaliz,
corazones, gotitas, dedos y la clásica mitad de dentadura a lo Draculín. Lo que
decidimos probar (y no nos decepcionó) son las denominadas Rellenolas.
Esponjosas hasta el máximo, con un tamaño generoso y un aroma artificial pero
adictivo, estas frutillas gigantes traen a su alrededor una corona blanca con
un sabor cremoso súper rico. Bastantes recomendables para probar, sobre todo si
ya les gustan las golosinas sabor cremoso que ya hay en el mercado como por
ejemplo con Arcor o Billiken… pero entonces cuál sería la diferencia entere
comer lo que ya existe y esta opción importada? principalmente para quien
quiera gomitas grandes fuera del tamaño convencional y también con una textura
semiblanda que no se percibe en las nacionales. Dan ganas de pellizcarlas a ver
si traen jugo, pero eso es sólo una ilusión…
Una curiosidad para sumar a todas
las que venimos mostrado: si estos últimos años han sabido probar el (de
palabra) chocolate con maní marca Nikolo de Arcor (una especie de primo hermano
del Hamlet) sepan que es un nombre también famoso en otros países. Aquí les
mostramos el envoltorio mexicano, donde quedan en evidencia por el tan
extranjero término “cacahuate”. Además les mostramos el envase de uno que no se
produce aquí, la versión Max, en donde podemos ver con mayor claridad qué lo
diferencia del Hamlet: el Nikolo también trae almendras. Esta marca es en
realidad un invento chileno de Dos en Uno que Arcor ha sabido llevar bien lejos
de sus fronteras: según el país, podemos llegar a ver sabores extravagantes
como cookies and cream, café, bañado en caramelo, galletita crocante o
chocolate blanco. Hamlet no se queda atrás con sabores como banana, menta,
frutilla y hasta coco…
En algún momento seguramente han
probado un producto de la marca Oblita: o sus cubanitos o sus obleas con
sabores variopintos, y también es muy probable que no los hayan visto ni en
kioscos ni almacenes o súpers sino en venta ambulante, en alguna promo con un
alfajor Guaymallén o un chocolate Hamlet. Si son un poco más expertos en el
tema, llegarán a recordar que también tienen su versión del Bon o Bon llamada
Oblibon. Así las cosas, han lanzado un nuevo producto que reúne la
característica principal de la marca: no estarán nunca como primera opción de
un consumidor típico pero su calidad resulta más que correcta. Se trata de los
mini cubanitos Coquet, los cuales vienen bañados en “cubierta sabor chocolate”
y arroz inflado. Se supone que son la versión mini del miemo producto que puede
venderse individualmente, pero éste jamás lo he visto todavía. Arrancan mal si
planean probarlos imaginándose algo de sabor similar al Tivis de Felfort: la
cobertura simil chocolate casi no tiene gusto. Lo que realmente está bueno es
su relleno muy similar al Bon o Bon, es decir que han logrado encontrarle una
nueva función al relleno que tienen sus Oblibon…
Algo de revuelo ha generado estos
últimos días las galletitas Dismay: asustó a algunos militantes políticos la
frase “la galletita de tu clase” escrita al pie de los envases, como vemos en
esta imagen de sus galletitas con avena. Lejos de mensajes subliminales sobre
el marxismo y la lucha de clases, esta empresa que se gana su lugar en el
ámbito escolar desde su fundación en 1988 comercializa una gran cantidad de
productos: grisines, bizcochos, galletitas de agua, alfajores de maizena,
pepas, etc. Por parte de quienes las han consumido ya sea como obsequio en
viajes en colectivo o repartidos en algún establecimiento educativo, les han resultado
ricas sin llegar a enloquecer. A título personal, si hay que elegir una galleta
de este tipo me quedo con las Abanderado que además de ricas han sabido traer
sabores extravagantes como durazno o chocolatada…
Cerramos por hoy esta serie de comentarios
con esta grata coincidencia que habíamos olvidado postear en la serie de
productos recolectados en la gira CABA-Mardel del verano último: arriba están
las inglesas Sour Patch Kids, gomitas ácidas azucaradas multicolores propiedad
de Mondelez. Abajo tenemos la versión criolla: ositos Mogul Extreme,
prácticamente con el mismo diseño y packaging. También aparecen allí las Mogul
tajaditas de sandía… que son similares a las que hace la española Vidal! A la
hora de comparar sabores son bastante similares pero quizás las inglesas sean
algo más fuertes…
Muchas novedades trajo este 2019, yo creí que no iba a haber tantas por la macrisis y salieron bocha de cosas.
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