El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

domingo, 10 de febrero de 2019

Introducing el maní japonés



Desde 2014 por lo menos que afloraron una gran cantidad de versiones del mismo producto: el denominado maní crocante o maní japonés creció mucho su consumo en este tiempo. Hablamos del maní salado de siempre pero con una cubierta de harina de trigo que le da algún sabor nuevo, permitiendo de esta manera conseguir maní sabor a pizza, queso, fugazzeta, calabresa, caprese, etc. A no confundir con el maní saborizado, es decir aquél que tiene un polvillo con algún sabor encima del maní común, sin ninguna cubierta crocante: el mejor ejemplo es el Georgy’s, que comercializaba Georgalos a principios de los 90. El originario japonés era saborizado con salsa de soja (dándole un toque agridulce) pero el que llegó hasta acá fue una interpretación mexicana gracias al inmigrante oriental Yoshigei Nakatani que los elaboró en el país de los mariachis.
Infinidad de marcas no tan masivas explotan este nicho desde hace bastante: podemos dar así con productos marca Quento, King, Croppers, Maní 3D, Mingo, Danal, Sowers, Manitoon… era cuestión de tiempo que el gigante Pepsico no sacara también un producto de estas características, aunque se arriesgó a hacerlo “a su manera”…
Lo que ven en la foto es el maní japonés Pehuamar jamón (aunque pareciera decir “gamón) que tiene algunas particularidades que lo apartan del resto de los productos que antes enumeramos y vale la pena mencionar. No se encontró otro sabor aparte de éste y un paquete negro que dice “Original”: tampoco hay mucha información sobre ellos en Internet.
Mientras que el verdadero maní crocante tiene una burda y bien notoria cubierta de masa, en el caso de Pehuamar en cuanto se abre el paquete nos encontramos con maníes con forma de maníes (irregulares como ellos solos) con un leve color rojizo encima de ellos. Inmediatamente uno atina a creer que lo que están vendiendo es simplemente maní con saborizante encima sin cubierta, pero las dudas se despejan probándolos: resulta ser que nos encontramos con una fina, minúscula, diminuta, imperceptible, leve y casi invisible capa saborizante sobre los maníes, tan débil que no los convierte en las pelotitas redondas que hasta se ven en el frente del paquete.
Otro gran cambio: mientras que los demás productos del ramo son de sabores bien fuertes e invasivos, los Pehuamar son súper suaves y hay que llevarse varios a la boca para realmente apreciar esa esencia de jamón que no salió a matarnos. Casi que hasta podría decirse que fue un híbrido entre el saborizado y el que tiene cubierta, sin ser ninguno de ellos en su totalidad.
Primera vez que aparece un maní con características tan diferentes al resto de los crocantes del mercado. Ese detalle de ser tan distintos hace pensar que, tal vez, han querido lanzar un producto no muy brusco para un mercado un poco conservador: no olvidar que hay varias personas que usan el término Pehuamar para referirse al genérico de maní salado y pelado. Para estos consumidores encontrarse luego de décadas con que su querida marca marplatense empezó a experimentar con sabores raros, por ahí los espanta.
Para el que ya se acostumbró a picar o tomar cerveza con los crocantes típicos, esta variedad les resultará poco atractiva. Sí puede ser interesante para los que nunca se animaron a probarlos: es una gran transición para luego dar con las rústicas pelotas de masa con maní que tanto andan dando vueltas…

4 comentarios:

  1. Los porobé hoy, se parecen a los de ManiKing.

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  2. Son parecidos a los verdaderos. El mani japonés no tiene esa cáscara burda que tienen aca.

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  4. Quizá los compré, soy muy fanático del maní japonés y probe bastantes marcas y esta aún no la compré, la apunto.

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