El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

lunes, 4 de febrero de 2019

Entre la Ciudad Feliz y la de la Furia

Durante los últimos días de Enero El Gran Libro de las Marcas anduvo de vacaciones algunos días en Buenos Aires: en un principio en la misma Ciudad Autónoma y luego algunos días más en Mar del Plata. Lógicamente, de todo este trayecto que hubieron muchas marcas para rescatar. Porque quizás no se traten de descubrimientos alocados como cuando se va a otro país, pero en más de un sentido para alguien del interior del país Buenos Aires ES otro país, así que el espíritu de sorpresa se mantiene vigente. Disculpen entonces si luego de ver este breve compendio se les ocurre algo así como “ehhh cómo puede ser que te olvidaste tal cosa??” ya que el tiempo, el bolsillo y la memoria dieron para lo que aquí vemos: una selección de cosas muy “de allá”, algunas que para San Juan no llegaron nunca y otras que están en trámite de llegada para el resto del país. Notarán igualmente que se habrá ido de cabeza hacia ciertos “mitos” buenos o malos que andaba con ganas de probar o conocer: las cosas marplatenses están mezcladas con las porteñas. Grafica bastante bien la cantidad de cuadras caminadas  y paseadas que se terminaron haciendo, queriendo o sin querer. Damos comienzo a algunos productos y particularidades vistas o consumidas entre calor agobiante entre taxistas y choferes de Uber y olor a mar, churros y bronceador…

PIZZA UGI’S: si, arrancamos así. Con esta empresa que durante años nos machacan desde redes sociales su alto grado de fanatismo y al mismo tiempo un odio sin cuartel. Sinceramente me resultó muy buena pizza a la piedra y bastante barata, aunque el hecho de ver el corta-pizza tirado en una mesada poco higiénica y luego usado en nuestra pizza fue algo perturbador. No llegamos a la época de sus medialunas, gaseosas ni tampoco llegamos a divisar aquellas sudivisiones que surgieron luego de la muerte de su fundador, Hugo Solís, en 2012. Algo sin embargo es llamativo: aparte del clásico “No a la droga Sí a la pizza” aparece un aviso de su 40 aniversario… y todos los sitios de consulta informan que Ugi´s nació en 1980. No nos dan los números…

EL PUESTO DE FABIO: el famoso carrito (o food truck) administrado por el actor Fabio Alberti funciona los fines de semana en San Isidro, y hasta allá fuimos para poder probar sus famosas hamburguesas caseras. Se pudo disfrutar de una muy buena hamburguesa Fasulo (venía con un hongo portobello en el medio), unas riquísimas papas Manuk con ese cheddar anaranjado potente y una mousse de chocolate súper espesa. Como ya se deben haber dado cuenta, todos los productos tienen el nombre de alguna creación de Fabio a lo largo de su carrera: así damos con la Boluda con queso o la Beto Tony con “huebo”. Sitio muy recomendado y enarbolado desde sus redes sociales muy activas y su principal queja (mucha demora) no la sufrimos. No estaba disponible ni la salsa ni el vino Peperino Pomoro, pero al menos nos pudimos llevar el libro “Manual para la Vida de la Boluda Total”…

AVELLANA JUMBO: gratamente sorprendido quedé con este producto Jumbo proveniente de Alemania que fue comprado en un Disco: crema de avellana al estilo Nutella pero a mitad de precio. Mientras que “la original” sale actualmente 130 pesos, esta pasta vale “apenas” 60. Con el correr de las cucharadas uno puede percibirle cierto gusto plástico que Nutella no tendría, pero es muy leve. Quedó para el misterio de qué se supone que era las barras lancas de pasta entre medio de esta versión Duo: chocolate blanco? avellana sin colorante? el frasco no lo explica. Altamente recomendable para probar, y más sorprendente todavía que tenga NULA repercusión en redes: mientras que a Nutella cada día le construyen un altar más grande de halagos y fetiches, esta pobre pasta está totalmente ignorada… acaso es un producto muy nuevo? porque no le percibo una diferencia de calidad muy grande a comparación de la diva italiana. También está disponible el frasco de pasta de maní…

De las inmediaciones del Barrio Chino pudimos probar estos muy exóticos pero sabrosos “peces sándwich”. Entre tanta publicidad desmedida que tiene el helado Melona, este otro producto también está bastante ignorado. Se trata de un pescado hecho de oblea muy suavemente dulce (verde como el de la foto, o también amarillito) con un relleno de helado (vainilla verdosa el de la foto, de frutilla el otro) que tiene además un centro de mermelada de porotos. Soy consciente que la descripción puede sonar poco apetitosa, pero por ello este postre es tan recomendable: no sólo es una delicia muy bien combinada sino que es tan delicado de sabor que no cae pesado. El relleno de frutilla tiene un sabor casi idéntico al relleno de las galletitas Amor. Otro dato extra: es de los mismos fabricantes que el helado Melona, a quien ya le tocará su momento de aparecer…

Una maravilla para visitar en Mar del Plata para cualquiera nacido-criado en los 80 y 90. La denominada Galería Sacoa lleva ese nombre no por los jueguitos sino porque es la sigla de la empresa constructora del edificio donde se encuentra: a pesar de ello su enorme atractivo no es su galería comercial ni sus oficinas o departamentos… sino un jugoso subsuelo con la entrada colorida que vemos en las fotos. Allí dentro se encontrarán con cualquier cantidad de maquinitas y fichines de todas las épocas (y otras novedades de esta era, como cines 3D), para disfrutar eternamente y por supuesto ganar tickets para luego canjear por algo, aunque el mayor premio es haber llegado hasta allí. Semejante locura fue idea de Mauricio Mochskovsky en los años 60. 

COTO y DISCO: a muchos les puede costar entender eso, pero estas empresas son una absoluta rareza para los provincianos, y existe una tentación de ir a visitarlos aunque sea para saber “qué es esa cosa con la que nos taladran la cabeza desde pequeños en la publicidad de los canales, diarios y radios buenos aires”. Arriba el COTO de Abasto Shopping, y abajo un Disco Check de una de sus sucursales de Mar del Plata. Están tan metidos en la vida porteña y bonaerense (tal vez no tanto Disco, que está siendo reemplazado por Vea… y pensar que era un almacén mendocino) que varios no se imaginan su vida sin ellos, pero también es verdad que la vedette de estos supermercados en estos momentos es otra: es esa línea de locales con el simbolito % a su costado. Sigan leyendo que ella y su jingle ya van a aparecer con creces…

TOLEDO: supermercados bien conocidos en Mar del Plata, llegamos a conseguir su revista de 1998 junto a un folleto actual. En 20 años y un poco más de vida, su letra “E” sufrió una leve modernización para estos tiempos. Abajo, la fachada de uno de los locales que conservan la E como tres tiras, que no son la mayoría. Esta empresa nace en los años 50 por la familia homónima que venía que La Rioja, España. Conservan en su haber dos importantes hitos: ser los primeros en Sudamérica en incorporar el sistema de Scanner para lectura de precios y los primeros en instalar en Mar del Plata un hipermerecado. Su sector de “industrias” para abastecer sus locales abarca la panadería, la avícola, fiambrería y chacinados, faenado de aves y hasta el desarrollo de alimento balanceado. También están en Miramar, Pinamar y Necochea. Los precios eran sospechosamente más bajos que otros lados…

Un alfajor de un lado y uno del otro: hacemos una breve reseña de dos de los alfajores que se consumieron en esta oportunidad y que no se habían visto antes.  Primeramente encontramos el Puerto Argentino de Nonna Vita, aquél con un homenaje malvinense de fondo. Al leer que contenía merengue me entusiasmé en creer que se trataba de alguna reversión del clásico y desaparecido Kremokoa, pero dicho merengue era en realidad de los “duros”, que no eran de mi preferencia total. Así y todo, era bastante pasable. En el rincón marplatense aparece el archipublicitado Guolis, originario de Balcarce pero con nombres y sabores pitucos y un aspecto de ser “de calidad”. Imposible no tentarse en mi caso con algo que tenga frambuesa: no me resultó una locura pero tiene a su favor ser bien llenador. Compitiéndole a Havanna, también producen dulce de leche y golosinas confitadas.

9 DE ORO BRIGITTE: por alguna razón cósmica, estas galletitas bañadas en chocolate no han circulado mucho por el país y son medio “inconseguibles”. Los demás experimentos de la ex-marca de bizcochitos (magdalenas, galletitas dulces con semillas, budines, pepas) tuvieron mayor circulación, pero estas galletitas con ese paquete tan Premium andaban bastante escondidas. Resultaron muy ricas con su relleno sabor limón pastelero: no llegamos a probar una rellena de chocolate. Un dato muy agradable de comer estas Brigitte es que hay una leve sensación de estar rompiendo una confitura (como la de un Rocklet) cuando se llega al relleno. Tampoco caen pesado y tienen la dosis justa de acidez y dulce.  Ahora las raras de conseguir son unas con supuesto sabor a yogur…

DAHI: cuando se habían comentado las rarezas lanzadas por La Serenísima en los últimos meses los comentaristas salieron a hablar de dos marcas a defender a capa y espada: una es la ya conocida Tregar y en un segundo caso estos yogures Dahi, de envase de vidrio, caritos y escondidos en ciertos lugares. Éste de mango y maracuyá se terminó comprando en el Starbucks de Alto Palermo. Bastante sabroso y fresco y con un intenso sabor frutal, que era lo que evidentemente se buscaba. No lo veo superior a los Premium de LS (éstos parecían más postre, los Dahi parecen más yogur-yogur) aunque ofrece una mayor gama de sabores: nadie le gana a La Vascongada, si es por competir. Igualmente el envase de vidrio es muy adorable, y se le pueden aplicar miles de usos. En mi caso, frascos de repuesto para la yogurtera… 

SNACKS ESCURRIDIZOS: estos dos productos hace rato estábamos esperando que cayeran del puerto de Bs As y no hubo forma que aparecieran, así que se aprovechó para probarlos ahora. Las Saladix Milanesitas no tienen, lógicamente, sabor a milanesa napolitana (será un sabor todavía vacante de ser copiado) pero sí un adictivo saborcito a caldo de carne. Se dejan comer. El otro producto son las Pringles Tortilla, en este caso sabor crema ácida (también viene el sabor “original”) muy semejante al sabor crema y cebolla de dichas papas. Al estar hechas de maíz se les nota un inconfundible sabor tipo Doritos-Macritas, el cual lógicamente no es malo… pero para el que buscó papa Pringles se va a quedar con las ganas. Además el precio es notoriamente superior a los susodichos snacks de maíz. Y ya que hablamos de estas papas, hay unas que vienen de un supermercado como imitación más baratas… sigan leyendo y capaz que aparecen…

GIANELLI: la cantidad de heladerías marplatenses es avasallante, y por puramente azar la que fue elegida se llamaba Gianelli. Esta firma nació en 1925 en Mar del Plata de la mano de Juan M. Giardelli y continúa hasta la actualidad. Eran numerosos los locales entre las avenidas, y en todos atrae gratamente que los sabores se exhiban en recipientes metálicos, ofreciendo un mar de colores y texturas muy agradable… nada de baldes escondidos! La lista de sabores se muestra a la derecha: los que llegué a proar eran arándanos (con un fuerte color violeta pero bien dulce y cremoso) y limón tropical. Éste último gusto me sorprendió mucho: tenía el sabor de jugo de frutas bien ácido, pero en cierto modo rico. Me quedé con las ganas de probar un denominado “helado a la plancha” ofrecido en otro local de otra marca (lo tiraban a un plancha, lo levantaban con una espátula y te servían el “rollito” de crema en un cucurucho) pero bueno, todo no se puede…

Y éstos? Tal vez les resulten productos muy comunes, pero para la mentalidad provinciana son rarezas nombradas mucho por la teve: desde 2010 existen en San Juan locales de Mc Donalds, pero todavía no hay un AutoMac como en Mendoza por ejemplo. Lo más parecido a lo que se llegó es el Auto-Mostaza, pero no es lo mismo. Seguimos con las máquinas para recargar el Mate-Listo Taragüí. Estaré muy ciego, pero hace severos años que no veo de estos aparatos por la ruta, ni mucho menos los matecitos o termos que por aquellas regiones si afloraban en cada puesto. Más inconseguible  es la hiper-tradicional marca Rolito, ya que en Cuyo la marca famosa (sin relación) se denomina Tankito y se usa ése nombre para describir el mismo tipo de hielito con un agujero en el medio…

VITO: definitivamente alguien quiere hacer fundir a Danone Argentina, sacando yogures nuevos (y para nada baratos) a cada rato. Con calidad aceptable pero pocas chances de perpetuarse en el mercado en el tiempo. Hace poco salió Vito, un yogur que nos recuerda a la uruguaya Saravia pero tiene origen italiano, se fabrica en Argentina y la receta es francesa. En ese despelote de nacionalidades aparece este nuevo yogur Premium de sabores bien sofisticados: frutilla, naranja con pistacho, pera con nueces y el inefable “natural”. Se probó el de naranja y es súper cremoso: tal como escribí más arriba parecen más postre que yogur. Me quedó un sabor cremoso en la boca luego de haberlo comido. Es imposible no ver esa forma de envase y no acordarse del fallido (pero muy rico) La Serenísima Griego, de frutilla y kiwi. No tiene el mismo sabor que aquél, pero creemos que correrá la misma suerte…

Hay pomelos y pomelos: me sorprendió gratamente (como verán, me sorprendí seguido) encontrar en un bar la clásica Fanta Pomelo, aquél sabor con el que Coca Cola nunca pudo competirle de igual a igual a la Paso de los Toros. En una época le decían Quatro Pomelo, pero luego volvieron al nombre tradicional para decantar finalmente en vender Schweppes y Crush pomelo. El sabor de esta Fanta es como el de siempre. Habrá que ver si también regresa la Fanta Pomelo de envase de plástico o sólo se conseguirá la de vidrio de local. Del lado izquierdo aparece otro tipo de pomelo: All Club, de sabor indefinido (aunque afirma ser de pomelo) que nos sirve para ampliar nuestro stock de “gaseosas gasoleras” de la página…   

Nos las estuvieron nombrando tanto pero tanto en todos estos años, que no podíamos no terminar comprando una buena cantidad de papas marca Día para conocer efectivamente qué escondían aquellas papas canadienses tan baratas que quieren destronar a las Pringles: salvo la original, se probaron todos los sabores disponibles, y el veredicto podría ser más o menos como sigue. Crema y Cebolla: Exquisitas como las Pringles, las más recomendables. Queso Cheddar: buen sabor, aunque el cheddar no aparece ni a palos. Barbacoa: sabor bien fuerte pero me quedo con la versión Pringles. Pimentón: el nombre más original de todos, y el que efectivamente más recuerda a las Pringles Barbacoa. Pizza: prácticamente el mismo sabor que las Saladix Pizza, aunque con un sabor mucho menos intenso. Me quedo con el sabor medio indefinido pero adictivo de las Pringles Pizza. Todas ricas y todas aptas para ser comidas a cualquier hora, pero no las veo como reemplazo de Pringles. Que perduren ambas en paz!

LA MONTEVIDEANA: cómo no querer a esta marca y sus productos riquísimos? cómo no pasar por esta heladería de la Calle Corrientes que tiene ese nombre sinónimo de calidad? a pesar de las excelentes referencias que siempre se tuvo de esta marca (fue de las primeras en aparecer en esta página allá por el 2013) resultó chocante la atención regular tirando a mala del local. Gran parte de los helados nombrados en la lista no estaban disponibles. El stock de productos envasados también estaba bastante escaso. No se aceptaban tarjetas. Tampoco tenían el muy necesario dispenser de agua para calmar la sed después del dulce. Los empleados demasiado preocupados por cerrar a tiempo antes que atender a la gente… en fin, los gustos en sí probados eran bastante ricos, como no podía ser de otra manera: chocolate blanco y dulce de leche, de lo que quedaba para probar. Y de seguro a algún usuario con TOC no le va a caer muy bien la desprolijidad de ese cartel “tienda de café y helado”…

MELONA: llegamos nomás al helado coreano que tantos fanáticos ha cosechado en estos últimos años. Supuestamente se lo encuentra en muchos sitios de Buenos Aires pero sólo se localizó en el famoso Barrio Chino. La variedad que más apetito abre es el de melón, así que a por él fuimos: sorprende lo cremoso que es, y que efectivamente tenga buen sabor a melón. Actualmente no tiene una diferencia de precio muy grande respecto a un nacional Frigor o Arcor. Su marca paraguas, Binggrae, además de producir el heladito con forma de pescado que más temprano se escribió, elabora helado sabor café, soda, sandía, sandwichs con galletias simi-Oreo… hasta un helado sabor yogur con probióticos y todo! Llegamos tarde para a época en que si probabas estos helados te podías ganar un iPod. Eso ocurría allá por el 2011…

KFC: ya mencionamos esta marca de fast food de pollo hace un año cuando se hizo en viaje a Chile. Pero en esta oportunidad se pudieron probar ampliamente los productos de su catálogo. Personalmente no me animé a probar los pedazos de pollo con hueso adentro, así que opté por ir a algo más seguro y compré una hamburguesa que no estaba para nada mal. Su supuestamente famosa y secreta combinación de especias le habían sentado muy bien. Me había agarrado curiosidad por ese Popcorn Shaker: no podía concebir cómo era que algo como el pochoclo lo habían conseguido mezclar con su tan querido pollo. Pero en realidad se trataban simplemente de pedazos de rebozado de pollo de pequeño tamaño, sin ningún pochoclo en su receta. Un lugar de los mejores que se comió, para ir de vuelta.

NARANJÍN: otro ansiado producto por conocer, luego de haber escrito sobre él hacía bastante. Su pariente cercano, el “Naranjú”, no se lo pudo localizar. Este simpático envase (patentado!) con forma de naranja contiene un jugo dulzón bastante agradable. Notoriamente artificial, pero por lo menos al ser en una pequeña dosis no resulta tan nocivo. Tal como afirma su cartoncito decorativo, es una marca presente en el mercado desde principios de los 80. De esos primeros años sí llegaron de estas naranjitas a otras provincias (San Juan incluida) pero  estos últimos años´, de 2010 para adelante, se han vuelto más una exclusividad de Buenos Aires. Existe la sospecha que el que se distribuyó más federalmente era el Naranjú, pero por cuestiones de patentes hay una delgada relación entre ese producto y el actual Naranjín. También están disponibles los sabores Manzanín, Uvín y Multifrutín, todos igual de recomendables. 

PUMA: cuando hace unos meses hablamos de la marca Isaura, dijimos que en el 94 se habían reconvertido a EG3 producto de una fusión junto a Atra y Puma. Esta última marca, actualmente administrada por la holandesa Trafigura, regresó a la cancha desde 2016 tras hacerse de varias estaciones de servicio de la antigua Petrobras. Ni soñando aparece esta marca por gran parte del país, inundada de YPFs y alguna que otra Shell o Axxion-Esso. El haber podido encontrar este camión en el medio del tráfico cercano a Retiro fue algo muy agradecido. Puma había sido creada en 1923 en la Argentina por la Compañía General de Combustibles. Fue vendida a Trafigura en 1997 y desde entonces había desaparecido del país para volver recién ahora, comprando las Petrobras en desuso. Cosas que uno puede contar gracias a que te aparece este camión por la calle…

Pequeñas menciones especiales a estos dos avisos que me llamaron gratamente la atención, más allá de ser marcas notoriamente conocidas. La de arriba es de Jorgito y apareció dentro de una estación de subte (no me pregunten la línea) y cae simpático su cancherismo de querer aprovechar palabras de redes sociales para promocionarse. Una vuelta de tuerca para vender un alfajor bien tradicional argentino, que se vio prácticamente en cada kiosco junto al Guaymallén. Abajo, sin tanto argumento sino simplemente aprovechándose de la época en la que estamos se anuncia el Kit Kat de Nestlé en una calle marplatense. Por primera vez vemos un aviso de Kit Kat donde aparezcan todas las variedades que dispone: la tradicional (ahora llamada pretenciosamente “cocoa & milk”), el muy rico black y el aún desconocido para mí con chocolate blanco. Traerán más sabores este año?  


TELEFE: del diario La Capital extraemos esta publicidad de la novela Campanas en la Noche, donde por primera vez vemos desaparecer al Canal 8 Mar del Plata y en su lugar adopta su nuevo nombre, Telefe Mar del Plata. Sin embargo, cuando pasamos por la puerta de los principales canales nos íbamos a encontrar con una pequeña sorpresa… 
Como pueden ver en las imágenes, en la actualidad en la puerta de Telefe Mar del Plata se sigue leyendo Canal 8 Mar del Plata, como si nada hubiera pasado. A mano derecha vemos al Canal 10 de Mar del Plata, encargado de retransmitir gran parte de la grilla del 13 de Ciudad de Buenos Aires. Estas fotos me hacen acordar que en este viaje hice muchas cosas menos ver tv…

DORIN’S: otra golosina que antiguamente paseaba por todo el país, pero luego de muchos años de ostracismo regresó selectivamente sólo a Buenos Aires. Los ricos corazoncitos Dorin’s están disponibles en sabor limón, naranja, frutilla y mandarina: todos bastante recomendables e igual de ricos. En realidad, si bien la fórmula de base de todos los corazones es rica, tampoco hay una diferencia abismal de gusto entre una pastilla y la otra. No estamos queriendo decir que todas sean iguales… pero casi. No se consiguieron (o acaso ya no existen más?) otros sabores como menta, frutos del bosque o anís. Un gusto goloso nacido en 1950 (como afirma la misma cajita) y que sigue hasta la actualidad, tras haber regresado en 2015, de la mano de la empresa Molino Nuevo. Imposible, lamentablemente, corroborar serenamente si es cierto que cada caja traía 20 unidades como en otras épocas… el hambre puede más.

De varias obras de teatro vistas tanto en Buenos Aires como Mar del Plata, la que  publicitariamente llama más la atención es la llamada Derechas que en lugar de tener, como el resto, un elegante programa en un papel de tamaño disimulado, la obra de Muscari entrega unas burdas 4 hojas de diario imposibles de ignorar. Allí dentro se encontrarán los miles de pequeños auspiciantes de esta obra donde se sirve un poco de comida como pizza vegana o magdalenas 9 de Oro. Pero lo más impactante sale al final: en un rojo furioso un aviso gigante de supermercados Día, esa marca de locales que tantos fanáticos viene juntando en redes sociales (“dialiebers”). La gaseosa de cortesía ofrecida en la obra es del mismo súper, y también llegaron a pasar en un bol papas fritas de misma procedencia. Hasta el jingle de Día (ése que se acaban de imaginar) se hizo presente en el medio de la obra, siendo cantado por todas las protagonistas que ven en la foto… sí, fue bizarro.

7 UP FREE: todo el país está siendo hidratado lentamente con esta novedad de Pepsi, pero únicamente en Mar del Plata llegué a ver, aparte de los típicos avisos en vía pública, que repartieran estas adorables postales casi con el mismo discurso que vemos en la publicidad televisiva. Su campaña animada definitivamente es bien rara (pretende ser vintage?), pero no se puede negar que no ha llamado la atención. Sin embargo, todavía no me puedo olvidar de ese comentario que dejó una madre en el Facebook de 7up pidiendo que retiren el comercial porque a su hijo le daba miedo…

SPRITE FREE: Coca Cola no se quiso quedar afuera del relanzamiento de 7up y por ciertas plazas céntricas de Mar del Plata (no me pregunten cuáles) hacían esta rutina: un stand manejado por un chico y una chica rubios que le regalaban una Sprite sin azúcar a todo el que pasaba. Así, de desinteresados la destapaban delante de ti y te la daban. Se imaginarán la cola de gente que se armaba para probar esta nueva-vieja gaseosa. Demás está decir que entre la gente que se sentó a degustar la gaseosa aparecía cada tanto una señorita con un anotador para recibir opiniones sobre el producto. Todo un testeo playero que de lejos se divisaba por la llegada de camiones como los de la foto…

Los vuelvo a marear y los llevo de vuelta al Barrio Chino, donde en esta oportunidad les muestro varias gaseosas exóticas que pudimos probar a lo largo de los días. Están expuestas en un orden pretencioso y de la misma manera se escribirán las opiniones: la Fanta de Uva, que se la venía persiguiendo hace rato, era bien dulce y acaramelada. Podría decirse una mezcla entre el Tang Fresh Uva y un chorro de soda. La Fanta de Guaraná (origen Brasil igual que la de Uva) exactamente igual de sabor que la Guaraná Antártica disponible en el país, tal vez un poco más dulce. La bizarra Chupa Chups de uva, muy similar a la Fanta. La Sunkist (una marca de Pepsi) de pomelo rosado y origen coreano más que aceptable. La que resultó una decepción inconmensurable  fue la nueva Pepsi Twist. Cómo esa gaseosa con esa lata tan piola puede ser tan diferente a aquella tan rica que venía hace más de 15 años? El gusto fue muy raro y con más esencia de limón que otra cosa, no parecía Pepsi. Sigue siendo mejor tomar Pepsi con gotas de limón natural que comprar esta extraña versión brasilera…

Y de nuevo nombramos al supermercado Día. Si ya hablamos de sus fanáticos empedernidos, sus papas de tubo y su jingle recalcitrante… qué quedaba por comentar? Ah sí! El hermoso mural que homenajea a Juan Alberto Badía, que sigue vivo en su sucursal de Thames y Avenida Córdoba, por el que había que pasar e inmortalizar una foto junto a nuestra remera. Esta locura publicitaria fue realizada anónimamente en 2018 y afortunadamente, fue bien recibido por la empresa y por el momento es un atractivo turístico más. Del mural original, se hizo una remake a cargo del artista plástico Cristian English, oriundo de Comodoro Rivadavia, y supervisada por Jazmín Badía. En lugar de la foto que se puso en un principio, se prefirió hacer una pintura con la cara del multifacético conductor, locutor y beatlemaníaco. Una Buena Idea!

PIT STOP: si alguna vez les gustaron las Club Social, es natural sentir curiosidad por estas galletitas saladas brasileras que desde su empaque nos hacen acordar tanto a las hechas por Mondelez. Los gustos disponibles son original, integral, pizza y queso. Éstos dos últimos fueron los que se decidieron probar, sobre todo la primer nombrada. Hace unos años inexplicablemente los de Club Social dejaron de producir su muy rica variedad pizza… cómo no se va a querer probar de vuelta! Lo cierto es que hay varias diferencias entre el producto de Marilan y el de Mondelez: como se ve la foto, las galletas vienen cortadas de una manera diferente. El aroma es sumamente parecido a una Club Social… pero el sabor no! Tanto la piza como el queso se sienten muy apagados, lejos de lo intenso de la galletita hecha en Argentina. En su Brasil natal también están disponibles los sabores jamón, hot dog, cebolla, salame, pan tostado… hasta hay una con relleno de chocolate!!

ATALAYA: también estaba la obligación de nombrar esta empresa, que exhibe orgullosamente su año de fundación, allá en Chascomús. El producto más famoso de estos paradores ruteros serán siempre las medialunas, pero al ser lamentablemente algo que mucho no gusta las pasé por alto. Un café con unos alfajorcitos y un sanguchito fueron suficientes, muy ricos por cierto. También disponen de muy buen dulce de leche, conitos bañados en chocolate y mermeladas.

KENTUCKY: esta cadena de pizzerías con ese nombre tan foráneo me llamaron la atención hace rato. No sólo por su gran e ineludible cantidad de sucursales sino también por la publicidad que constantemente me saltaba en redes sociales. Con la amplia ventaja de poder comer por porción, se pudo dar el lujo de probar varios sabores en un solo almuerzo. Realmente fue una experiencia no muy agradable: el gusto de esa pizza no me resultó para nada satisfactoria. O no le sentí mucho gusto, o había algo en los ingredientes que me generaba cierto rechazo. Tras haber comentado el hecho de haber ido allí, recibí comentarios del tipo “y qué esperás, si son como los Grido”. Ahí pude entender un poco más qué era lo que había pasado. Comparar esta pizzería con la de los hijos de puta de Capusotto sería demasiado, ya que la atención fue bastante buena, lo mismo el aspecto y la higiene del local. pero, lamentablemente, la calidad de su materia prima me resultó mala. Me quedo con Ugi’s…

CARREFOUR MARKET: no hay mucho que agregar sobre una cadena bastante distribuida por el país (sobre todo luego de que adquirieran la cadena Norte, en 2007) pero sin dudas nos resultó llamativo la existencia de este Market que, a pocas cuadras del Obelisco, permanece abierto las 24 horas. Algo así como un Carrefour de turno y con guardia de cajeros a toda hora. Un tipo de supermercado que cualquiera envidiaría tener cerca de casa, aunque uno no tenga mucha idea sobre marketing y estudios de mercado… 

Ya llegamos al final de este viaje tan especial, y nuestra última imagen disponible es este contraste de empresas: arriba, esa placa en el piso, si se fijan con atención, conserva aún el logo de Segba. De alguna manera explica lo que vemos grafiteado en el cartel de Edesur más abajo. Cuántas inversiones aún quedaron pendientes en muchos lugares como para que el servicio fuera aceptable y que la gente no crea que las obras actuales no son un robo más? Definitivamente Edesur es de las empresas más golpeadas y odiadas que pasaron por esta página… hasta la próxima aventura!

4 comentarios:

  1. Dato: la crema de avellanas Jumbo se fabrican en Chile.

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  2. Espero que la humedad porteña te haya tratado bien y no te hayas sentido ahogado. Respecto a Uggis hay algunas que ahora cambiaron de nombre y se llaman "Don Hugo" no se que bardo,seguro uno legal. Paseaste por el barrio de enorme cultura porteña de belgano y compraste el "Samanco" pero no lo nombraste como tal ¡imperdonable! siempre aparece en algunos animes ese famoso helado, que suerte que tengamos la posibilidad de conseguirlo y por lo menos experimentar lo oriental desde la comida, barrio chino es para ir mil veces y gastar todos los ahorros. Que rareza la fanta pomelo, eso si que es una sorpresa. Las gaseosas raras del barrio chino imposible negarse a la curiocidad. Veo que haz comido mucho ¡Suerte con la dieta!

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    1. Jaja por suerte no me pasó nada grave en el viaje.
      El supuesto cambio de nombres de Ugis se debe a que luego del fallecimiento del fundador de la pizzería los hermanos se fueron dividiendo la "herencia" y cada uno fue poniéndole un nombre diferente a ex hugis, como la Don Hugo que nombrás. Eso ha hecho que se hayan desmembrado las sucursales y que el "Almacén n de Pizzas" sea hoy la pizza más barata de Buenos Aires.
      Jaja comí mucho pero caminé mucho pero mucho por todos lados, así que no se notó...

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  3. Que recuerdos yo compraba pizza Ugis en Belgrano y Santiago del Estero, en el barrio Monserrat en el año 2003.

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