Gran despelote
ha generado estos últimos meses los constantes lanzamientos que ha realizado La
Serenísima. No sólo cambiándole el diseño a todos sus productos sino lanzando
productos de manera bastante desprolija: hay un Yogurísimo Firme tamaño vaso
tradicional con un packaging nuevo pero también viene el firme “en dos mini
vasitos” con un diseño diferente siendo el mismo producto, lanzaron sabores
especiales de manzana rallada y pera con manzana con nula publicidad, hay una
supuesta botella de frutas tropicales que jamás vi en ningún local y está
anunciada hace meses…
En ese
contexto, han relanzado un producto considerado antiguamente como algo
anticuado pero que tiene motivos de sobra para ser exitoso ahora: el famoso
yogur “natural”, endulzado o no. Un grandísimo ahorro para la empresa, porque
se dedicaba a vender el mismo yogur que
antes venía con cereales pero cobrándolo a precio de novedad. Tal como tituló
el sitio Iprofesional, “Un yogur doble propósito: ideal para la crisis y
también para el mercado gourmet”. Para la novedad, lo clásico. Restarle
producto a los consumidores pero considerarlo eso como algo bueno, dándoles la
posibilidad de agregarle al yogur lo que ellos quieran… eso que antes corría
por cuenta de la propia compañía! A favor de ellos está lo positivo de ampliar
un poco el mercado con un producto siempre necesario, y que antes del
lanzamiento el único producto al que se podía recurrir masivamente para recetas
o para ocupar en una yogurtera era el Sancor Natural.
El supuesto
nuevo-viejo yogur natural tuvo una grandísima campaña todo este año pero además
ha comenzado a salir muy tímidamente otro producto casi igual: el denominado
yogur La Serenísima “Original”, también natural endulzado. No es un producto
barato, viene en un coqueto envase más chico todavía que el de La Serenísima…
cuál sería el justificativo de querer comprar esto y no el otro? Algo de eso
tratamos de resolver…
Por el momento
no está disponible por ningún lado cuántos son los sabores disponibles de este
yogur original: llegué a ver el (otra vez) sabor natural endulzado, alguien en
twitter publicó uno que venía con colchón rojo (de vuelta la pregunta: si ya
hay un yogurísimo con colchón de frutas… para qué compraría éste que es mucho
más caro?) y el que apreciamos en la foto que se pudo degustar: uno que venía
con colchón del intrigante limón y jengibre.
De entrada lo
que más se seduce del producto, como se dijo, es su nostálgico envase: desde la
disposición de las letras hasta su formita transparente evocan a los antiguos
envases de vidrio, algo similar a lo que hace desde hace algunos años marcas de
mayonesa como Hellman’s o Ri-k usando envases plásticos como los de antaño. Esa
época que duró hasta fines de los 80, cuando la globalización hizo que todo se
diversificara e industrializara y se perdiera la calidad de muchos artículos. En
todos estos casos hablamos de imitaciones de plástico: el vidrio sigue relegado
a los porrones, los frascos de café y las gaseosas retornables.
Algo de lo que
presuntamente difiere al natural Yogurísimo es su color y consistencia:
mientras que éste último es pastoso y de un blanco bien químico y artificial,
éste original de La Serenísima era bastante más amarillento y de una
consistencia más compacta que parecía una leche agriada o una mayonesa cortada:
a pesar de ese supuesto aspecto el sabor era lo más sorprendente de todo…
Se trata de un
yogur de muy buen sabor, con el punto justo de dulzor, es bien diferente del
otro natural o del que viene con cereales: incluso puede llegar a disfrutarse
como si fuera un postre de lo rico que es. Respecto al limón y jengibre le
aportaron unas notas amargas interesantes (se percibe como microscópicas
ralladuras del susodicho cítrico) que no desentonan. Ese colchón es lo más
intrigante de todo: ¿Quisieron hacer un producto tradicional retro, uno naturista o uno
gourmet fashion? Este yogur quedó como un híbrido entre los tres…
Es bastante
recomendable para el que quiera probar este tipo de cosas, aunque hay que
sentarse en un banquito a pensar sinceramente si vale la pena o no comprarlo,
ya que es bastante caro: se consigue entre 50 y 60 pesos…
Para terminar
no se puede dejar de mencionar al yogur premium Dahi, que fue considerado en
redes sociales como la verdadera fuente de inspiración de este concepto: yogur
en verdadero frasco de vidrio y alto precio, para un público bien segmentado.
Tampoco soy de los suertudos que pudo conseguir este producto que se afana de
ser difícil de conseguir…
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