Sin dudas fue una de las
opciones perfectas para muchos padres durante varias vacaciones de invierno del
pasado: no hay muchas fotos de este predio en Internet, así que mostramos una
de las pocas publicidades que quedaron del legítimo Shoppylandia del Shopping
Sur, en esta oportunidad del año 1990. A pesar de haber sido un sitio por donde
pasaron miles de chicos, no tuvo con el correr de los años su merecido
homenaje: a lo sumo algunos comentarios sueltos en fotologs y entradas de blog
antiguas, pero nada en comparación a otros sitios icónicos de los 80 y 90
mencionados constantemente en los medios. La tela para cortar a la hora de
hablar de este sitio es infinita: podemos abordarlo desde la perspectiva de
haber sido el primer gran centro comercial de la Argentina, nacido a fines de
1986 adelantándose violentamente a todo lo que vino en las décadas siguientes.
Podemos decir que el sitio donde se alojó ya tenía una gran historia encima: eran
los terrenos donde hasta unos años antes funcionaba el frigorífico La Negra
(protagonista de un incendio devastador en 1983), conservando para esta nueva
etapa hasta los azulejos despintados de sus instalaciones pegadas al Riachuelo.
Podemos vincularlo directamente con otro ícono de la época, el ItalPark y el
mito urbano de que los juegos que se iban desocupando (o bien los juegos en su
totalidad tras el cierre definitivo) iban a parar a este otro shopping. Muchas
de las cosas que pulularon por ese lugar hoy serían difíciles de imaginar en su
conjunto: una pista de patinaje sobre hielo, un mini-colectivo que paseaba por
el estacionamiento, una granja educativa (polémica para hoy si las hay) tal
como se anuncia en el cupón de la parte izquierda inferior, un tren fantasma
que no daba tanto terror como el resto del edificio, un local de Pumper Nic,
otro de Musimundo , otro de Motor Oil y otro de Adidas, un golfito, un
supermercado propio llamado EconoMax, un avión al fondo de todo, un boliche
llamado Soho, una atracción donde paseabas por lugares famosos de la argentina,
un barco pirata, un río de troncos artificial, un simulador Venturer (se asoma
en una de las primeras fotos) un local de alquiler de disfraces para el mismo
local… miles de productos ideales para cualquier niño del momento y que
marcaron a fuego a toda una generación. Shopping Sur fue primero, pero debido a
que los afamados jueguitos copaban gran parte del edificio al poco tiempo nace
el concepto de Shoppylandia para sacarle más jugo al marketing de un parque
cubierto, aparentemente el más grande de Latinoamérica. Fue tan importante la
cantidad de niños que andaban por ahí, que un buen día llegó a prohibirse que
se fuera vestido de uniforme escolar, ya que las rateadas a dicho sitio ya eran
masivas. En la imagen vemos a Shoppy, ese conejo amigo de Arcorito y Ronald Mc
Donald y que supo gozar de la misma fama tétrica adorable: están los que lo
admiran, otros que se burlaban de él y buscaban golpearlo (mejor dicho: a golpear
a la pobre gente vestida de él) y los que decididamente lo querían tener bien
lejos. Como toda gran idea muy dependiente de la moda del momento, a medida que
iban avanzando los 90 fue perdiendo la plenitud de sus primeros años y ello
generó que sus locales se fueran volviendo no tan de primera como antes, que el
mantenimiento del lugar ya no fuera tan constante y que la negación al haber
terminado los años 80 fuera cada día más evidente. Así y todo, pudo aguantar
hasta principios de 1997, cuando finalmente cierra opacado por otros sitios aledaños
como el Alto Avellaneda, ése que decía que era una copia a los malls de Miami. Quedaron
algunas fotos de padres que les sacaron a sus hijos arriba de algún jueguito, o
algún cartoncito de promoción sacado de Billiken, un peluche del bendito
conejo, tal vez algunas pulseritas pero no mucho más. Sin embargo el recuerdo
de Shoppylandia y el Shopping Sur sigue bien presente, tanto para los chicos
que pasaban una tarde sin gastar un peso, los adolescentes que buscaban estar a
los besos los días de semana, los que se rateaban y disfrutaban una mañana
distinta, los que conseguían pases libres y los gastaban a lo loco, los mismos trabajadores que jóvenes hicieron sus primeras changas… grandes
recuerdos a grandes rasgos. Un eslabón más de esta etapa que corrió la misma
suerte que sus parientes de recuerdos: el Italpark cierra en 1990 más asediado
por deudas que por el accidente mortal famoso (aunque todo ayudaba para peor),
Pumper Nic sobrevivió hasta fines de los 90 hasta sucumbir ante don Ronald, el
Hogar Obrero (recordado por ser una suerte de antecedente de este tipo de
shoppings) quebró en el 91, etc. Hoy ese lugar está ocupado por Carrefour, y
gran parte de la magia del pasado se quedó allí. Y seguirá allí de manera bien
firme, mientras a alguien le queden ganas de recordar de memoria los nombres de
todos sus locales o ponerse a discutir si tenía rampas o escaleras en la
entrada…
El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
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