El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 5 de abril de 2018

El sonido del chocolate




Lo mejor del período pospascuas es que pueden conseguirse los tradicionales huevos de chocolate a precios bastante rebajados, aunque hay que apurarse antes que los manden a ese lugar misterioso del que ya no vuelven hasta el año próximo. Gracias a visitar este tipo de outlets pudimos dar con una excelente idea que gestó la gente de Rocklets: que sus huevos vinieran con auriculares gigantes incluidos. Así vemos en las fotos un Rocklets Headphones, tal como se lo denomina en las etiquetas de precios. El huevo en cuestión viene con auriculares a sus costados, pudiendo estar disponible en color verde, celeste, naranja y amarillo. Se desconoce totalmente la marca de dichos auriculares ya que sólo tienen la inscripción de Rocklets encima, aunque es más que probable que se trate de una importación china. Respecto al huevo en sí, tenía el tamaño y sabor típico de un huevo tradicional (nada del otro mundo) y con realmente muy pocos confites minirocklets en su interior. Tal como se ve en la imagen, lo que más llamaba la atención era encontrar por las paredes del huevo confites incrustados en su interior, dándole a esas zonas una sensación crocante muy agradable, aunque no se trataba de un efecto provocado a propósito sino un defecto de la asimetría del momento en el que el huevo de fabricó. Este mismo huevo podía conseguirse con o sin auriculares, pero aquellos que lo tenían los supermercadistas los guardaron por igual dentro de heladeras: acaso el meter un auricular en un congelador le puede dañar alguna estructura interna que pueda generar en un futuro el acortamiento de su vida útil? Realmente no tenemos idea si haber hecho eso era inocuo o no. Si todavía tienen la oportunidad de encontrar este huevo de lo poco que está quedando, es bastante recomendable si andaban buscando unos buenos auriculares a precio relativamente más bajo que comprarlos por separado. Ahora si esto no les importa, siempre vale la pena comprar de los huevos que se saben que son de buena calidad (Kinder a la cabeza) y ni pierdan el tiempo con otras cosas. Vale la consideración para Arcor el haber incursionado en un “regalo (no tan) sorpresa” en un huevo de pascuas, así que esperemos que sigan teniendo este tipo de ideas… pero para la próxima pónganle un poco más de onda a la elaboración del huevo, así deja de tener ese aspecto de hecho sin ganas y a las apuradas.

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